Cuando el partido se puso 2-0 a favor de River, los simpatizantes de Independiente rompieron el alambrado, tiraron todo tipo de objetos a los locales e intentaron detener el partido
Los hinchas de Independiente intentaron detener el partido cuando comenzaron a arrojar asientos al vacío y a romper el alambrado.
En el campo de juego el partido se puso 2-0 a favor del local y eso generó la reacción de los simpatizantes del Rojo que rompieron el alambrado y tiraron objetos de todo tipo a la parcialidad local.
Laverni manejó la situación con corrección y dejó seguir el clásico, que se jugó al ritmo del "ole" del público de River hasta el agónico descuento de Montenegro.
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