Fútbol
El arquero de San Lorenzo aseguró que en la cárcel aprendió a valorar las personas que están a su lado. “Me aferré mucho a Dios”, confesó. Evitó referirse a la acusación de encubrimiento
El día después de salir de la cárcel, Pablo Migliore volvió a afrontar los micrófonos y aseguró que no se arrepiente "de nada", aunque descartó hacer evaluaciones sobre la causa en que se lo imputa por encubrimiento agravado, en el marco de la investigación del crimen de Ernesto Cirino.
En ese sentido, evitó pronunciarse sobre Maximiliano Mazzaro, aunque en lo que podría leerse como un tiro por elevación al barrabrava de Boca dijo que la cárcel le enseñó "a valorar a las personas" que están y estuvieron siempre a su lado.
"Ahí adentro se aprende a valorar las personas que están al lado de uno. Arrepentirme no, sino valorar las personas que están al lado de uno, y a veces poder decir que no", precisó. Y graficó: "No es que esperara algo de alguien, mi familia es mi sangre, y lo primero que aparece cuando hay una herida es la sangre".
"Estoy tranquilo. Tratando de ir sobrellevando esto. Los detalles los va a dar mi abogado", anunció el arquero de San Lorenzo apenas comenzado el diálogo con los periodistas. "Sabiendo que el momento iba a llegar, más allá de que exista la Justicia y un Dios", prosiguió.
El futbolista remarcó que se aferró a Dios, que sólo pretende estar con su familia y evitó pronunciarse sobre su futuro: "Tengo contrato con San Lorenzo hasta 2015. Ahora quiero estar con mi familia, no creo que vaya a la cancha".
Consultado sobre si se había enojado cuando el club comenzó a buscar una alternativa para el puesto, Migliore lo desechó: "Ante todo está San Lorenzo y lo que haya que hacer para que el club esté bien, lo voy a hacer". Luego dijo que nadie le habló de tomarse una licencia, aunque destacó que mantuvo comunicaciones fluidas con compañeros y dirigentes.
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