A la hora de los recuerdos de su brillante carrera como futbolista y ahora con el buzo del Canalla, dice: “En esos clubes siempre me sentí mucho más cómodo, pero mi paso por el Barcelona tuvo más repercusión”.
Por Gustavo Ferrato.- ROSARIO.- Juan Antonio Pizzi encontró su lugar en el mundo. Está dirigiendo al club que más quiere y en el cual comenzó su carrera profesional como jugador de fútbol. En una entrevista exclusiva con DIARIO POPULAR, contó su trayectoria como futbolista y técnico, desde su debut en 1988 con la camiseta de Rosario Central, previa pérdida de un riñón en un partido de inferiores. Con la sencillez y humildad que lo caracteriza, Pizzi pide un café, deja los tres teléfonos celulares que lleva consigo y se sienta amablemente para dialogar en el bar que tiene al ingreso el hotel de Arroyo Seco. -El accidente con Roberto Bonano te causó la pérdida de un riñón. ¿Cómo ocurrió? -Fue en un partido de Central A contra Central B en la cuarta, totalmente fortuito, no hubo ningún tipo de mala intención. Es un centro, él sale como arquero con las rodillas arriba, yo caigo y en el golpe, una costilla termina cortando el riñón. La verdad es que me asusté mucho en el golpe. La costilla quedó incrustada y en todos los estudios no veían la rotura. Cuando me operan, se dan cuenta que estaba partido por la mitad el riñón. -¿Qué edad tenías? -Tenía dieciocho años, era mi primer año en Central. Uno de los médicos me dice que no era conveniente que siga jugando al fútbol. Me acuerdo que me fui muy triste, mi papá me llevó a Santa Fe y trataba de darme ánimo. A los quince días volvemos y me junto con Francisco Aparizio y él autorizaba que yo pudiera jugar porque era muy raro lo que me había pasado. -El debut en Central fue con apenas 20 años contra River. ¿Cuál es el recuerdo de ese día? -Me acuerdo que la semana previa habíamos jugado con Boca, yo estuve en reserva y en la primera se lesiona (Fernando) Lanzidei que era el nueve titular. Y cuando nos volvíamos de Buenos Aires, era domingo, (Néstor) Manfredi me dice que tenía que presentarme a entrenar con la primera y nunca sospeché que iba a jugar, lógicamente que fue una gran alegría cuando me dijeron. -Después tu carrera continúa en Toluca y posteriormente la experiencia europea en Valencia, Tenerife y Barcelona. Donde llegan los títulos como jugador, el mejor momento. -En realidad, yo considero que mis mejores etapas fueron en Central y Tenerife. Porque a nivel personal siempre me sentí más cómodo. Ahora es indudable que lo del Barsa por la trascendencia que tiene, me permitió armar una carrera de títulos, se logra más rápido que en otro club. -Retornas al país, para jugar en River y volver a Central a pelear otro campeonato -La etapa en River no fue de gran rendimiento en general de todo el equipo y tomo la decisión de venir acá. Ese año miraba a Central por televisión y veía que el equipo jugaba bien, el técnico era el Patón (Edgardo Bauza). Por suerte ese año nos va bien, había un grupo y equipo muy bueno, también perdimos en la última fecha. Mejor dicho no nos alcanzó para descontarle a River lo que nos llevaba. -Pasaste por muchos clubes, sería muy largo enumerarlo, pero el Villarreal fue el último club, llegando en reemplazo del lesionado Martín Palermo -Se dan una serie de coincidencias, la lesión de Martín, los problemas que tenía Central, el país, eso fue en diciembre de 2001. A mí edad, volver a la liga española era un premio, se juntó todo para que cerrase bien. -Ya como técnico, después de las primeras experiencias, llega tu mejor momento en la Universidad Católica, uno de los tres mejores equipos de Chile -Más que eliminar a Gremio en la Copa Libertadores, que fue trascendental porque le ganamos los dos partidos de octavos de final, el competir con Vélez en la fase de grupos, nos mentalizó y convenció de que podíamos pelear con todos. Demostramos que estábamos a la altura del que considerábamos que era el mejor, como Vélez. Fue una buena etapa, sobre todo por el corto período que estuve, apenas un año. -Estuviste dirigiendo en Perú, Chile y ahora Argentina, es estresante trabajar acá?. Por todo lo que rodea al fútbol. -El puesto del entrenador de fútbol de por sí es muy estresante, acá todo se magnifica. No hay en los equipos sudamericanos la pasión y la necesidad que tienen por el fútbol como en Argentina, en Brasil a lo mejor se asemeja un poco. Creo que Chile sería el mismo país sin el fútbol. La Argentina no sería el mismo país si no tuviese el fútbol.