Alejandro Sabella y Gerardo Martino comparten por estas horas una preocupación inesperada tiempo atrás. El técnico de la Selección, y el entrenador del Barcelona saben que sus equipos no son lo mismo sin Lionel Messi. Y las continuas lesiones de La Pulga encienden las alarmas, en un año clave.
Messi salió lesionado el sábado después de convertirse en el jugador que más goles convirtió como visitante en la historia de la Liga española. El frío parte médico indica una "pequeña lesión fibrilar" en la pierna derecha, que lo dejará fuera de las canchas entre dos y tres semanas. Traducción: desgarro, parate y dudas.
El 2013 no empezó bien en materia física para Lío. Muchos pusieron el foco en los varios partidos de exhibición que Messi disputó tras la finalización de la temporada europea, y que le habría impedido darle el descanso suficiente a un físico castigado por la exigencia propia. En el entorno del crack recibieron el mensaje, y el jugador del Barcelona anunció que antes del Mundial no habrá exhibiciones.
El propio Martino pareció entender desde el primer día que asumió en el Barça que debía cuidar el físico de Messi. Y no dudó en reemplazarlo cada vez que un partido estaba definido, incluso ante el malestar que le genera a un jugador que quiere jugar siempre.
Martino hace bien, y Sabella también debería hacerlo. Pese a que no sufrió lesiones severas en su carrera, desde 2005 ha tenido dolencias musculares en varias oportunidades, situación que parece haberse potenciado en 2013.
Su primera lesión fue el 5 de febrero de 2005, en un partido con Atlético de Madrid. Y casualmente la dolencia fue en el bíceps femoral de la pierna derecha, como la que sufrió el último sábado.
En ocho ocasiones, en más de la mitad de sus lesiones como profesional en Barcelona el músculo afectado fue el bíceps femoral. En algunos casos, roto: en 2006, cuando el Barça se enfrentó con Chelsea, por la Champions, y quedó un mes inactivo, y en 2007, también por la Liga de Campeones, ante Celtic, que lo paró durante 45 días.
Las otras tres lesiones del astro argentino se debieron a una fractura del quinto metatarsiano (el 12 de noviembre de 2006, en un juego ante Zaragoza, que lo sacó del campo por 3 meses), un esguince en los ligamentos del tobillo (el 19 de septiembre de 2010, ante Atlético de Madrid, que lo frenó 10 días) y una contusión en la cara externa de la rodilla (el 5 de diciembre de 2012, ante Benfica).
Y este año, desde el 2 de abril, cuando también sufrió una lesión en el bíceps femoral derecho, las dolencias físicas le hicieron perder varios partidos.
Para graficar aún más la situación física de Messi, basta señalar que de los últimos 33 partidos oficiales del Barcelona, La Pulga completó los 90 minutos en apenas 6, no jugó en 9, fue reemplazado en 12, ingresó desde el banco en 5, y en uno estuvo como suplente sin tener minutos en el terreno de juego.
Ahora, la preocupación aumenta a medida que se acerca el Mundial. Para Sabella, porque el sueño es dar el gran golpe en Brasil, y alzarse con la Copa del Mundo después de casi 30 años. Y para Martino, porque en su primera temporada en el Barcelona está obligado a ganar todo. Ambos saben que sin Messi, todo se complica. El desafío es cuidarlo, para no perderlo más de la cuenta.