El chileno Julio Bascuñán quien dirigió a River tres veces, dos empates y una derrota, fue designado por la Conmebol para el cruce de cuartos del jueves ante Jorge Wilstermann, tras la lesión de Roberto Tobar, quien se lastimó cuando participaba de las sesiones de capacitación del Video Assistant Referee (VAR), que se pondrá en marcha como plan piloto para las semifinales y final de la Copa Libertadores.
El reemplazo, por un juez de la misma nacionalidad, se conoció este martes y el designado fue Bascuñán. El chileno dirigió a River en tres oportunidades: la primera fue con buenos aires para el Millo, dado que terminó en el 1-1 ante Guaraní en Paraguay, por las semifinales de la Libertadores 2015, con el recordado gol de Lucas Alario y el pase a la final. Ese partido significó, además, el boleto al Mundial de Clubes, porque la final se jugaría ante los Tigres de México.
La siguiente fue el 28 de octubre de 2015, con una caída 2-1 ante Chapecoense en Brasil, por la vuelta de los cuartos de final de la Copa Sudamericana (pasó el Millo porque en la ida había sido 3-1 a favor). Y la última, y único antecedente en el Monumental, se dio el 10 de marzo del año pasado, cuando River igualó 1-1 ante San Pablo por la fase de grupos.
De modo que en los dos partidos eliminatorios, River siempre pasó de fase.
Más allá de River, Bascuñán es un referí conocido en la Argentina, porque fue el árbitro del partido de Eliminatorias que Argentina y Uruguay jugaron en Mendoza, cuando Lionel Messi lo criticó con dureza.
En aquel partido, que marcó el regreso de la Pulga a la Selección, el chileno expulsó a Paulo Dybala, que debutaba con la celeste y blanca, cuando el juego era favorable a la Argentina, que ganaba 1-0.
Finamente, el resultado se mantuvo pero Argentina terminó sufriendo y Messi culpó a Bascuñán, en una de las pocas veces que el 10 criticó a un juez. "Sacamos adelante un partido complicadísimo. No pudimos hacer el juego que pretendíamos porque el árbitro no nos dejó", disparó.
El chileno también fue quien impartió justicia entre Argentina y Ecuador, en el Monumental: fue el día del debut negro del equipo de Gerardo Martino. Bascuñán no sancionó un claro penal a Carlos Tevez.