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Lisandro López es la gran preocupación de la Academia, después del traumatismo que sufrió en el pie derecho en el partido con Banfield. El atacante se entrenó aparte y confía en no perderse el duelo por la Sudamericana.
El partido del domingo, ante Banfield, dejó un saldo negativo para Racing, por donde se lo mire. Porque si bien en primer plano quedó la dolorosa derrota, a raíz de la pobre actuación de los dirigidos por Diego Cocca, también encendió la alarma la lesión que sufrió el capitán Lisandro López, quien ayer no se pudo entrenar a la par de sus compañeros, y está en duda para el encuentro de mañana (a las 21.45, en el Cilindro, con arbitraje del uruguayo Leodan González) frente a Corinthians de Brasil, por la revancha de los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Desde el cuerpo técnico de la Academia se encargaron de aclarar que Lisandro López no fue exigido en la primera práctica de la semana, por precaución. Es que lo van a mantener “entre algodones”, para que no corra riesgo de tener que bajarse del duelo con los brasileños.
El máximo referente del plantel albiceleste, que fue figura en la ida en San Pablo, donde Racing cosechó un promisorio 1 a 1, padece un traumatismo en el pie derecho y se hizo tratar en el consultorio del kinesiólogo del club.
La jugada se generó en una acción fuera de protocolo, porque el atacante se exigió y fue a trabar arrojándose al piso, para no perder un balón que le había quedado largo, en la mitad de la cancha, y en el choque con Eric Remedi, se llevó la peor parte, pues el volante de Banfield le pisó el pie derecho y lo dejó dolorido, a tal punto que Licha mostró evidentes signos de fastidio, en el resto del juego, como creyendo que podía ser una lesión más seria de lo que realmente fue.
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Es más, se quedó a completar el encuentro porque Racing ya había hecho los tres cambios, porque de lo contrario hubiera sido reemplazado, pese a que había entrado un ratito antes, en lugar de Ricardo Noir.
Es que encima, a Lisandro López le costó ahuyentar los fantasmas que le recordaron lo que sucedió hace seis meses, en un amistoso con Huracán. Porque en una acción absurda, como la del domingo, sufrió un esguince de rodilla, que le demandó una larga y complicada recuperación, a tal punto que el goleador insinuó que llegó a pensar en colgar los botines antes de tiempo. Ahora, se piensa que será sólo un susto, mañana lo examinarán en detalle, pero el jugador ya le comunicó al cuerpo técnico que no se quiere perder el partido con Corinthians, por la Copa.
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