El Ciclón mostró superioridad entrada, y se notaba que cada vez que ponían el pie en el acelerador, podían desnivelar con facilidad. El comienzo fue bastante bueno, y antes de los diez minutos, ya se habían generado tres situaciones, una de las cuales terminó en gol. Luego de dos cabezazos de Nicolás Blandi, que tapó Felipe Nuñez, le llegó el turno a Fernando Belluschi, que con un tiro libre, no perdonó.
Tras este tanto, llegó rápidamente la respuesta de la visita, que estuvo a punto de empatar mediante un remate de Darwin González, que pegó en el travesaño. La jugada fue a través de un corner, y la pelota parada parecía ser lo único que podría llegar a complicar a los de Boedo. Eso fue sólo un aviso, ya que la superioridad del azulgrana volvió a aparecer, sobre todo cuando aparecían Sebastián Blanco y Belluschi.
Con el correr de los minutos, el Santo bajó las revoluciones y el encuentro se emparejó, sin aproximaciones a las áreas. Poco pasaba en el encuentro, que se había hecho mediocre, pero de la nada, Nicolás Blandi encontró una pelota suelta en el área y puso el segundo, sobre el final de la primera etapa, para irse tranquilo al descanso.
Para el complemento habría un protagonista más, que era el viento, que comenzó a soplar con todo y sería determinante para el descuento visitante. Un tiro libre encontró la cabeza de Franklin Lucena, que cabeceó y por el clima, la pelota hizo una rara parábola, para que le quede otra vez a él, y la empuje. Estaba un pasito adelantado. Nadie se esperaba el descuento y el cuervo lo sintió, ya que le costaba volver a mostrar su supremacía y empezaba a sufrir, tanto así que Darwin González, primero y Fredys Arrieta después, casi empatan.
De la nada, la noche (y la serie) se complicó más de la cuenta. Con el tanto de Blandi, parecía que la tranquilidad había llegado y que el viaje a Venezuela iba a tener menos complicaciones, pero ahora, todo está por jugarse.
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