En el momento justo, cuando más lo necesitaba, Vélez consiguió ese triunfo que se le venía negando desde hace tiempo. Fue 2 a 1 ante Olimpo en un partido que se le complicó más de la cuenta tras jugar un muy buen primer tiempo. Cristian Nasuti abrió el marcador para el local, igualó Walter Acuña tras una falla increíble del arquero Alan Aguerre, y la victoria cerca del final en los pies del juvenil Maximiliano Romero, de apenas 17 años.
El local presionó bien arriba de movida, con la línea de volantes muy adelantada en campo rival, forzando el error de Olimpo, que tenía problemas para salir desde el fondo. Y desde esa propuesta, con el buen manejo de Correa y la movilidad de Pavone, fue acorralando de a poco al equipo de Osella hasta preocuparlo muchísimo, sobre todo con los envíos por elevación al área. Y fue así, como por esa vía, a los 8 minutos, se puso en ventaja. Corner de Cufré desde la izquierda, peinó la pelota Cubero en el primer palo y apareció Cristian Nasuti en el área chica para empujarla al gol.
De ahí en más fue absolutamente todo de Vélez, que pudo haber aumentado la ventaja con cuatro situaciones de gol claras, dos de ellas por cabezazos de Fabián Cubero desviados al corner por el arquero Champagne, una por un remate de Jorge Correa que se fue cerca del palo derecho y otra tras un corner cerrado donde la pelota dio en la espalda de Parnisari y se estrelló milagrosamente en el palo izquierdo.
Todo era de Vélez, pero no lo liquidó y en la primera que tuvo Olimpo llegó al empate. Fue a los 37, con una contra rápida encabezada por Jacobo Mansilla, éste abrió hacia la izquierda para Juan Quiroga que envió un centro que parecía fácil para el arquero, pero Alan Aguerre falló, la pelota se le escurrió y quedó servida para Walter Acuña que la empujó para establecer el 1 a 1. Increíble pero real.
El segundo tiempo fue otra cosa. Olimpo se paró mejor atrás y respondió con peligro en cada contra. Vélez tuvo el gol de movida en un remate cruzado de Pavone que recorrió toda la línea del arco; la visita lo tuvo dos veces con Amoroso, y Pavone obligó con una media vuelta al esfuerzo de Champagne. Y cuando el partido parecía irse con el empate, llegó la corrida de Toledo, el centro atrás y la aparición del pibe Maxi Romero para poner el 2 a 1.