Hace 30 años, Ada Rizzardo perdió una de las personas que más amaba en su vida: poco más de dos días después de intensa búsqueda, se enteró que su hija, María Soledad Morales, de 17 años, fue salvajemente violada y asesinada en la provincia de Catamarca.
Allí comenzó una lucha que, le contó Ada a DIARIO POPULAR, dejó un sabor a "impunidad" por lo tenue de las condenas y las sospechas de que hubo más implicados. No obstante, a tres décadas del femicidio de Soledad, se mostró convencida de que el asesinato de su hija marcó "un antes y un después" en la Justicia catamarqueña.
- ¿Cómo la recuerda a María Soledad?
- La recuerdo como aquel día en el que se despidió: feliz y contenta. Se iba a encontrar con sus compañeros en el baile que organizaron esa noche. Había mucha emoción y alegría de parte de ella. Su papá la llevó y ella dijo que iba a regresar el sábado a las 16 porque se iba a quedar en la casa de una compañera. Llegó esa hora y mi hija no regresaba, no venía y no venía. Entonces, yo sentí un llamado de ella, como si me hubiese hablado. Salí y la busqué por los costados de mi casa, la llamaba y ella no aparecía. Di vueltas alrededor de la casa, entré a los dormitorios y ahí comenzó todo. Siento que fue un llamado de despedida o auxilio. Ahí pensé 'no, a Sole le pasó algo'. Se hicieron las 18, llegó mi hijo Ariel, el mayor, y le conté que su hermana no había llegado. Yo sabía que ella era responsable y si se quedaba más tiempo con su compañera me hubiese llamado. El domingo seguimos y a la una de la tarde, familiares nos dijeron de hacer una exposición para saber dónde está y entonces se hizo la denuncia. Pero mi corazón de mamá me decía que mi hija ya no estaba.
- ¿Cómo puede calificar el caso de su hija?
- Como impunidad. Siempre lo voy a decir, a mi hija la mataron dos veces: física y moralmente, porque las calumnias e injurias que se levantaron contra ella fueron espantosas. Lo que hacían era hablar todo el día mal de ella, descalificarla y era como una justificación, en vez de buscar realmente a los verdaderos culpables de lo que pasó. En 30 años, nunca se nombró a ninguna nueva persona implicada ni nadie se arrepintió de lo que sucedió.
- Tal y como dijo usted una vez, ¿el caso de María Soledad cambió la política y la Justicia en Catamarca?
- Hubo un antes y un después de María Soledad, porque se perdió el miedo. Antes, si pasaba algo con alguna adolescente, se tenía mucho temor. Ahora, en cambio, no, y en muchos casos de jóvenes asesinadas, en un año y medio o dos, el o los asesinos ya están condenados y con reclusión perpetua. Nosotros tuvimos que esperar 8 años para conseguir un poco de justicia, porque tan solo condenaron a dos personas, nada más. Sabemos que fueron muchos más los que la violaron y golpearon.
- Hoy se habla de femicidios, hay movimientos como el de Ni Una Menos y una mayor concientización sobre la violencia de género y temáticas que la rodean. ¿Podría haber en este contexto una nueva María Soledad Morales?
- No, porque ahora está la figura del femicidio. En el momento de Sole, eso no existía. El femicidio más grande de la historia de Catamarca fue el de mi hija. Pensé que no iba a volver a pasar algo así, pero día tras día volvemos a ver casos aberrantes.
- Se hizo muy conocido el caso de Facundo Astudillo, en el que se denunció un presunto encubrimiento y se habla de complicidad policial. ¿Siguen existiendo sospechas de encubrimientos en casos como el de su hija?
- Los bomberos lavaron el cuerpo de mi hija. Llegó un bombero al lugar y los tíos de ella le preguntaron por qué la estaban lavando si todavía no vino un juez ni tampoco la vio un médico. Después, cuando el colectivero (Carlos San Antonio) Ponce declaró, él dijo que había dos patrulleros en el lugar donde la tiraron. Él preguntó qué pasó y le respondieron que hubo un accidente, ahí también hubo policías. Yo no culpo a toda la Policía de Catamarca, no puedo decir que son todos iguales, como también pasa con los jueces. No puedo ponerlos en la misma posición.
Estuve viendo lo que pasó con Facundo, la madre es muy valiente y ella sostuvo que parece ser que son policías los que están detrás. Ojalá esa madre logre justicia, que se sepa bien la verdad y que se condenen a los responsables.
Cronología de un crimen que conmovió al país
Martha Pelloni: "Fue el primer femicidio que se hizo público"
Rizzardo sostuvo que lo único que buscó fue "verdad y justicia", mientras que otros "respondieron al poder de turno".
"Quiero pedirles a todos que eleven una oración por mi hija y sepan que Ada (Rizzardo) y Elías Morales (falleció en 2016), lo único que buscamos fue verdad y justicia para nuestra hija. No quisimos dividir a nadie, se dividieron solos. Hubo gente que marchó pidiendo justicia y del otro lado estaban quienes respondieron al poder de turno", explicó Ada a este medio.
Bajo esta línea, la madre de María Soledad insistió en que su familia fue acusada en varias ocasiones de "dividir" mientras se investigaba la desaparición y muerte de la menor, y en el marco de las "marchas del silencio" que reunieron a miles de personas. "Eso es algo que me duele. No, por favor, no se equivoquen, fue verdad y justicia lo que buscamos durante estos 30 años", finalizó.