El titular de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), Claudio Izaguirre, alertó sobre la realización de fiestas clandestinas por parte de barras bravas, quienes las organizan en pos de poder seguir vendiendo sustancias ilícitas que antes eran comercializadas en las canchas de fútbol, al tiempo que indicó que, por fin de semana, se llevan a cabo casi 4 mil fiestas clandestinas en Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
El club Vélez Sarsfield quedó en el ojo de la tormenta luego de que el polideportivo de la entidad fuese allanado a raíz de una fiesta clandestina que organizó una facción de la barra brava horas antes.
La fiesta se realizó en la noche del pasado miércoles cuando el equipo de Liniers perdió ante Banfield en el partido en el cual se jugaba por un cupo en la Copa Sudamericana 2022.
De la reunión, organizada por integrantes de la barra brava del club, participaron al menos 100 personas sin barbijos ni distancia social, en medio de la segunda ola de contagios de coronavirus que preocupa cada vez más a las autoridades locales y nacionales.
Por este motivo, Izaguirre hizo hincapié en que cada vez hay más fiestas clandestinas en la Argentina, al tiempo que alertó sobre un nuevo tipo de evento ilícito: la realización de fiestas clandestinas organizadas por barras bravas.
Esto se debe, indicó el titular de la AARA en diálogo con Diario Popular, a que en estos eventos se venden sustancias ilícitas, dando lugar a un circuito delictivo que genera importantes ganancias cada fin de semana.
La venta de drogas dentro de las canchas de fútbol es algo que se normalizó con los años. En este momento, como no hay público, se les arruinó a muchos este negocio, entonces buscan otros espacios como las fiestas clandestinas, comentó Izaguirre.
Corte total en puente Pueyrredón por reclamos sociales
Coronavirus: 20.870 casos, récord de contagios en 24 horas
Y agregó: Buscan aglomerar gente para así poder comercializar drogas. Ya sabemos que en las fiestas clandestinas se venden tres cosas: drogas, alcohol y sexo. Por tanto, lo que tenemos son grupos que organizan fiestas clandestinas para así poder ganar dinero.
Asimismo, explicó que los compradores necesitan llegar hasta las sustancias y la mejor manera es plantear la comercialización en espacios privados, donde se le dificulta a las fuerzas de seguridad entrar.
En un club de fútbol, las fuerzas de seguridad no pueden entrar a menos que haya una orden de allanamiento, lamentó al tiempo que añadió: Por este motivo, las fiestas clandestinas dan lugar a la impunidad.
En este contexto, el titular de la AARA sostuvo que aumentó un 25 por ciento la cantidad de fiestas clandestinas que se llevan a cabo todos los fines de semana en Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
En noviembre pasado, Izaguirre denunció que, en la citada región, se llevaban a cabo unas 3 mil fiestas clandestinas y sus organizadores recaudan un aproximado de 7 millones de dólares por fin de semana. No obstante, pocos meses después, este número se elevó a 3.750 fiestas clandestinas, según precisó.
Cabe destacar que, en septiembre del año pasado, dicha estadística era de 1.500 fiestas por fin de semana. Poco después, Eizaguirre había explayado que desde Diario Popular fuimos los primeros en hablar del tema, esto hizo que comenzaran a trabajar las fuerzas de seguridad en el sentido de ir identificando las fiestas clandestinas (Ó) a partir de ahí, esto, de alguna manera, se blanqueó, pero no quiere decir que las fiestas clandestinas hayan mermado, sino que ahora hay una mayor cantidad. Una advertencia que se transformó en realidad.