En el barrio de Atalaya, en el corazón de la localidad bonaerense de Isidro Casanova, varios comercios ya debieron bajar sus persianas por falta de mercadería. Se trata de kioscos, almacenes y mercados, que se quedaron sin los insumos para la comercialización.
En medio de la cuarentena, los vecinos de la zona están más que alarmados. La situación no es aislada, al punto que un relevamiento indicó que el desabastecimiento alcanza en el área metropolitana un 20%.
La ONG Defendamos Buenos Aires con la asistencia del Estudio Miglino y Abogados recopiló la información de más 3.500 correos electrónicos, mensajes de WhatsApp y entrevistas por Skype entre ciudadanos y comerciantes de la Capital Federal y el Conurbano bonaerense a los efectos de trazar una radiografía de cómo se está comportando el consumo de artículos de primera necesidad, abastecimiento y apertura de negocios.
En ambos distritos el desabastecimiento llega al 20 por ciento. Varios negocios están cerrados por falta de mercadería pero en todos los casos el clima es tranquilo.
"Desde la 0 del viernes activamos nuestro correo [email protected] para que toda la gente de Buenos Aires pueda contar con nosotros en la emergencia. Hasta el momento no hemos tenido hechos de gravedad que informar porque los hospitales en ambos márgenes de la General Paz están trabajando perfectamente, con su dotación de médicos y enfermeros completa y en un ambiente de trabajo sereno. Igualmente hay que resaltar el formidable trabajo de seguridad de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y de las fuerzas federales de Policía Federal, Gendarmería y Prefectura. Más allá de siete venezolanos que fueron detenidos en Belgrano y dos tentativas de robo a edificios que pagaron con sus puertas de blindex hechas trizas; no hay hechos graves de inseguridad; aunque sí detenidos por violar la cuarentena", dijo Javier Miglino, Director de Defendamos Buenos Aires.
La prueba diagnóstica, en varias jurisdicciones
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"Entonces decidimos pasar al tema de la comida, los productos de limpieza y desinfección como el alcohol. Una semana antes de que el Presidente de la Nación, Dr. Alberto Fernández haya dado inicio a la Cuarentena Legal Obligatoria, muchos argentinos optaron por aprovisionarse. Esto trajo aparejado que muchos negocios hayan sufrido bajas en el stock que se fue agravando con el correr de las horas. En este momento hay un faltante promedio de un por 20 ciento de productos en las estanterías, tanto en Capital Federal como en Provincia de Buenos Aires. Es decir que si en general pueden comprarse 10 marcas de yerba mate, jabón líquido, arroz, fideos o bebidas; solo hay 8 marcas disponibles. Lo mismo ocurre con los productos frescos. Faltan cortes de carne populares como la carnaza de aguja, los churrascos de rosbeef o paleta pero hay bife de chorizo, ojo de bife y lomo", dijo Miglino.
Una vecina de Isidro Casanova contó, como ejemplo de la situación dramática, que hay varios locales que no abren por falta de mercadería. "Kioscos, un par de almacenes y mercaditos que no abren, y lo que nos dicen cuando vamos a comprar es que no vienen los camiones para abastecer. Así que no tienen mercadería. Estamos hablando entre la gente del barrio en Atalaya porque no podemos trasladarnos mucho y en la zona hay cada vez menos lugares para comprar lo necesario. Sumado a los aumentos y la falta de plata", dijo.
El informe también relevó el problema del alcohol. "El producto más buscado hoy es el alcohol fino y en algunos lugares está faltando. Esto se debe a que la producción de alcohol en Argentina no es masiva, solo hay cuatro o cinco empresas que lo producen y en segundo que se vende en botellas pequeñas de medio litro, con lo cual es sencillo quedarse sin stock. Sería bueno que las autoridades tomen en cartas en el asunto con este tema puntual y con algunos productos de limpieza como la lavandina que ha aumentado mucho su valor. Igual percepción hay con las frutas y verduras. En más de 20 barrios hemos recibido denuncias contra el cartel de las verdulerías bolivianas que han duplicado, triplicado y hasta sextuplicado los valores; vendiendo un kilo de naranjas (30 pesos) a 180 pesos y un kilo de lechuga (30 pesos) a 220 pesos", dijo Miglino.