El último lunes, las redes sociales se hicieron eco de un macabro descubrimiento: en Península Valdés aparecieron alrededor de veinte esqueletos humanos envueltos en bolsas de residuo.
Los restos óseos fueron encontrados por una persona que circulaba en una zona prohibida de Punta Pardelas de la localidad chubutense.
¿Fosas comunes de desaparecidos? ¿Ritual oscurantista? Nada de eso, la policía provincial explicó los motivos detrás del descubrimiento: “Los restos pertenecen a osamentas que datan de 3000 años. Las bolsas salieron a la superficie por los fuertes vientos de los últimos días. Personal de Criminalística trabaja junto con arqueólogos del Conicet y a la Fiscal Lavenia”.
Además explicaron que fue “el grupo de científicos” quienes “colocaron las bolsas en esos lugares” para luego trasladarlos y analizarlos correctamente.
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