Meg Taylor Morrison, quien reside en la ciudad de Atlanta, Georgia Estados Unidos, celebró su "autoboda" en una íntima ceremonia acompañada de su familia y con las medidas sanitarias contra el Covid-19.
Cansada de esperar por el "indicado", la mujer de 35 años se casó con ella misma tras terminar una larga relación, celebrando una insólita boda para hacer realidad su sueño.
Como era de esperar su historia no tardó en volverse viral en las redes sociales. El casarse consigo misma vino luego de la ruptura con su última pareja. La joven sufrió una gran depresión. Poco a poco logró recomponerse y comenzó a trabajar en su autoestima y comenzó a prepara su autoboda.
Meg Taylor se casó consigo misma en una pequeña pero ostentosa boda que ella misma solventó sin escatimar en gastos. No faltaron una gran torta de bodas, un bello vestido e incluso un anillo de diamantes para concretar su compromiso.
La mujer admitió que al principio estuvo preocupada por que otras personas pudieran burlarse o criticarla considerándola narcisista, pero finalmente decidió seguir su sueño y reafirmar su amor por sí misma.
Tras dar lectura a sus votos de amor a sí misma, Meg aceptó su anillo y selló el matrimonio besando su propio reflejo en un espejo, un inolvidable momento que ella quiso ver como un acto simbólico de amor propio.
"Yo quería casarme como un acto de amor propio", expuso la mujer.
El primer caso de una "autoboda" salió a la luz en 2014 en Estados Unidos, cuando Grace Gelder se convirtió en la primera mujer en casarse consigo misma. La mujer explicó había explicado que al llegar a un determinado momento de su vida decidió contraer un compromiso con ella misma tras meditar sobre su existencia y viajar por el mundo. Grace llevaba ya seis años sin pareja y la idea de una "autoboda" cruzó su mente mientras escuchaba una canción de Björk cuya letra dice "My name's Isobel, married to myself" ("Mi nombre es Isobel, casada conmigo misma).
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