De esta manera, también lo expusieron los funcionarios nacionales, provinciales, municipales, como los especialistas de más de 30 naciones de los cinco continentes que se dijeron presente en el multitudinario encuentro. La no discriminación, la igualdad de oportunidades, la libertad de expresión, el no al maltrato físico y psicológico, la condena a la explotación laboral infantil y el acceso a la educación, la salud y las actividades recreativas formaron parte de la nutrida agenda del Congreso. Con la voz de los chicos como premisa fundamental y el ‘ocuparse y preocuparse’ de los mayores, sobre todo en aquellos con responsabilidades de diseñar las políticas públicas.
Un tema de estricta actualidad tampoco fue ajeno a las charlas, como el del voto joven, entre los 16 y los 18 años, para las elecciones que vienen y su casi mayoritaria aprobación.
‘Queremos ser escuchados, aunque seamos chicos. No todos pensamos lo mismo, pero podemos hablar libremente y por eso pedimos, que nos tengan confianza, se nos crea y nos tomen en serio’, se sostuvo en un tramo trascendental, que reflejó el pensamiento de miles de pibes, del Manifiesto de San Juan, con que se cerró el evento, que tuvo calor, color, poca solemnidad y la seriedad del compromiso asumido por aquellos que le dieron vida.
Desde la apertura, que estuvo a cargo de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, hasta la conclusión que contó con la presencia del vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, los principales funcionarios nacionales y provinciales (con el gobernador José Luis Gioja a la cabeza), las actividades estuvieron signadas por dar cumplimiento a las pautas fijadas. ‘Hay que debatir profundamente, relevando todas las propuestas y entendiendo que los niños y los adolescentes deben estar plenamente integrados, pues son protagonistas de este momento. Son sujetos de derecho a la identidad, a la participación, a la expresión, a la educación y a la inclusión’, constituyó la principal consigna.
A modo de evaluación, el secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Gabriel Lerner, señaló que ‘este V Congreso Mundial habilitó un intercambio plural, democrático, horizontal, que receptó ópticas y experiencias muy diversas. Los chicos nos están pidiendo que les creamos, que les tendamos confianza, que los tomemos en serio, que los escuchemos’. En tal sentido, enfatizó que
‘las políticas de infancia son políticas de Derechos Humanos. No hay verdadero acceso y disfrute de los niños a sus derechos, sino logramos romper definitivamente con la hegemonía del capitalismo financiero. La realidad nos está imponiendo una convocatoria al cambio cultural que suponga aceptar que las niñas, niños y adolescentes son protagonistas activos de nuestras sociedades’.