Tras la confirmación del cierre de la fábrica de explosivos Fanazul, el intendente de Azul, Hernán Bertellys, se reunió ayer con el interventor de Fabricaciones Militares, Luis Riva, con quien acordó buscar alternativas para que la planta siga activa, pero con bajas expectativas.
Luego de que se conociera la no renovación de los contratos de 219 empleados, Riva confirmó ayer que Fabricaciones Militares decidió cerrar definitivamente su planta de Azul tras evaluar la necesidad de darle “viabilidad y fortaleza a la empresa”.
Frente a esa noticia, Bertellys -un ex kirchnerista que saltó a Cambiemos- conformó un Comité de Crisis integrado por concejales de todos los partidos políticos, representantes de ATE y de los trabajadores de Fanazul, y solicitó una reunión con Riva.
El encuentro se desarrolló en la sede de Fabricaciones Militares de la Capital Federal y, a su término, el jefe comunal de Azul brindó una conferencia de prensa en la que informó que el comité intentará elaborar una propuesta técnica para la semana próxima, cuando volverán a reunirse con Riva.
Según publicó el diario El Tiempo de Azul, el intendente indicó que se trabajará en la búsqueda de propuestas técnicas, inversión privada y en generar un acompañamiento de la Provincia con el fin de que Fabricaciones Militares mantenga la planta activa.
No obstante, todos los integrantes de la comitiva que acompañó a Bertellys resaltaron que se trata de un nuevo camino, que recién comienza y que hay que tener cuidado con la generación de grandes expectativas, porque se intentará torcer una decisión ya tomada, de acuerdo a la prensa local.
Durante la rueda de prensa se comunicó que los trabajadores de Fanazul percibirán el pago de sueldos y vacaciones hoy.
Horas antes, Riva había reconocido en declaraciones a la radio LU32 de Olavarría que la planta no volverá a abrir sus puertas y se refirió a la situación de los trabajadores.
“Eso le corresponde a la sociedad azuleña. Entiendo los problemas y dramas personales y familiares, pero nosotros debemos cumplir la responsabilidad como empresa”, dijo.
El funcionario aclaró que los 35 empleados de planta permanente que no fueron despedidos se dedicarán a cumplir tareas de seguridad de los explosivos y materia prima allí acumulados.
El delegado de ATE en la fábrica, Omar Menchaca, aseguró a su vez que casi la totalidad de los empleados del polvorín fueron despedidos y “los que quedan no tienen la capacitación para contener cualquier problema que surja”.
En horas de la noche, miles de personas se reunieron frente a la municipalidad a protestar por el cierre.
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