Conocé los secretos de esta disciplina china orientada a mejorar la calidad de vida. Cómo aplicarlo y obtener beneficios de su uso, la elección de los colores y mucho más

El Feng Shui es una antigua disciplina basada en la sabiduría de maestros orientales. Se asienta en la conexión del hombre con la naturaleza y en un gran conocimiento de los principios del universo. El clima, los astros, el reino animal y los ciclos naturales eran estudiados minuciosamente para evaluar su interrelación con los procesos de vida, ya que las personas son el reflejo del medio ambiente que habitan.

''Literalmente Feng Shui significa ''Viento y agua'' y hace referencia a la acción que estos dos elementos ejercen en la naturaleza, pues modifican la topografía de la Tierra a través del paso del tiempo'', explica la Directora del Centro Oficial de Feng Shui Profesional, Patricia Traversa.

''Esta tradición china entiende que así como dentro del cuerpo circula energía en ciertos canales o meridianos, por fuera sucede lo mismo. En el primer caso, cuando esta energía se estanca o se altera, las personas se enferman. Este tipo de alteraciones se pueden tratar con diferentes técnicas, una de ellas es la acupuntura. En el caso de las energías externas, para modificar como éstas inciden en nosotros, se cambian estructuras o colores dentro de las casas u oficinas para que esta circulación  de energía sea más favorable'', agrega el Director del Centro de Medicina Biológica Integrativa, Gabriel Carrascosa Solar.

Es decir, esta disciplina reordena el espacio con una gran sabiduría simbólica y atrae energías beneficiosas con un conocimiento inteligente de las fuerzas que operan en la naturaleza.

El Feng Shui contempla tres dimensiones:

Destino: determina quiénes son nuestros padres, en qué grupo social nacemos y demás. Esto no es modificable y lo importante es comprender que el Feng Shui mejora los aspectos de nuestra vida dentro de lo que vinimos a realizar o vivir.

Influencia del medio ambiente: es determinante para nuestra salud física, mental y emocional. Es aquí donde entra el Feng Shui dando técnicas de ordenamiento del espacio, altamente efectivas para modificar lo que una casa con mala distribución y ambientación puede producir en la vida de las personas que la habitan.

Manejo de nuestra mente: Habitualmente se desestima la importancia de nuestros pensamientos y actitudes en los acontecimientos cotidianos. El pensamiento es energía y como tal debe estar bien dirigida. Para que las herramientas que brinda esta disciplina sean potenciadas, es ideal que estén acompañadas por un trabajo personal y una mente positiva y creadora de abundancia.

¿Cómo aplicar el Feng Shui?

Para aplicar el Feng Shui es indispensable basarse en la teoría Taoísta del yin y yang, juntos crean un todo armonioso: el Tao, que puede traducirse como la manera natural o la manera del universo.

Según los antiguos sabios, en los orígenes todo era unidad, Wu Chi, el cual se rompió al generarse la materia. La polarización que se produjo dio como resultado estas dos fuerzas, yin y yang, opuestas y complementarias a la vez. Este concepto surgió en la vida rural de la antigua China, en una época donde el contacto con lo natural era el modo de vida. Para vivir en concordancia con los ciclos de la naturaleza era imprescindible conocer los cambios y los movimientos del universo.

¿Cómo puede ayudarnos en nuestra vida cotidiana?

El Feng Shui conduce a activar las energías de éxito a través de la ubicación de algunos elementos teniendo en cuenta la orientación. La gran sabiduría de esta disciplina es la conexión directa que se establece entre cada espacio que habitamos y nosotros mismos, lo que es maestro Lao- Tsé resume como: Así como es arriba es abajo, como es adentro es afuera. "'A partir de este principio podemos entender que nuestra casa es una representación física de las fuerzas que operan en nuestro mundo interior, es por eso que al modificar nuestro espacio exterior, producimos cambios en nuestro interior. Incluso la disposición del mobiliario nunca es al azar. Cuando colocamos un objeto en desarmonía es porque en esa área de nuestra vida también lo estamos'', indica la especialista en Patricia Traversa.

El Feng Shui brinda la extraordinaria posibilidad de modificar energías internas. Al despejar trabas en las diferentes áreas de vida  de una persona (tanto afectiva, monetaria, laboral o social), se pueden lograr los objetivos propuestos o deseados.

El Dr. Carrascosa Solar trae un ejemplo de la vida cotidiana para comprender mejor el funcionamiento de la técnica: ''Muchas veces nos pasa que entramos a una casa u oficina y nos sentimos cómodos o molestos y no sabemos por qué. Esto depende de la circulación de energía que hay en el lugar. Si es buena puede traer beneficios tanto a nivel salud como profesional o económico, también puede modificar estados de ánimo que derivan cambios actitudinales que mejoran la relación con el afuera.

La elección del color:

El color es el elemento decorativo más poderoso de una casa. Se utiliza para crear espacios, reflejar estilos y ver las preferencias particulares de cada uno.

Por otro lado, cada color además de estar asociado a un elemento posee características yin  yang de temperatura (calidez y frio) y todo esto conforma la frecuencia del color, es decir va a establecer un patrón energético en el lugar donde se establezca.

Negro: Da elegancia, seriedad, profundidad. Usado en exceso podría dar depresión o angustia ya que es un color que puede potenciar los pensamientos oscuros, pero usado con moderación da elegancia. Por ejemplo, usarlo para pintar una pared sería un exceso de energía yin.

En los negocios alguna actividad podría requerirlo, aunque no es del todo aconsejable.

En resumen. se debe usar sólo en casos muy especiales, o en detalles complementarios, porque el color negro, cuando abunda demasiado crea una sensación de algo impenetrable, negativo. En cambio, si se usa con buen criterio, el color negro confiere elegancia.

Azul: es un color frío, incentiva la introspección. Si se usa demasiado podría crear estados de soledad.

Los colores celestes son ideales para dormitorios ya que es un color para descansar, también es un color que sirve para lugares de meditación, pero no en tonos muy oscuros, ya que es un color relajante y tranquilo. Las diferentes combinaciones con tonalidades de azul crean ambientes fríos y despejados pero también pueden equilibrarse con colores cálidos. Hay que procurar evitarlos en comedores, habitaciones frías y oscuras, entradas, escaleras.

Naranja: es un color alegre que aporta muchísima energía. Es aconsejable usarlos cuando hay personas deprimidas o con fatiga, ya que los ayudará levanta el espíritu.

Debido a su calidez, necesitan colores fríos como los verdes y azules para crear contraste y equilibrio. Por ejemplo, la combinación con verde manzana es excelente para lugares de comedor.

Es un color versátil, capaz de transmitir gran energía en su forma más pura, y evocar calidez, comodidad y seguridad en sus tonos tierra.

Rojo: Es el color más yang. No se debe usar si tenemos problemas de stress o si  deseamos descansar, por eso no se debe utilizar en dormitorios, baños ni lavaderos.

El rosado en cambio, combinación de rojo con blanco, es ideal para dormitorios y cualquier lugar que se necesite para sanación.

Los colores intensos deben dosificarse en cantidades pequeñas, pues si se pinta con colores oscuros sobre grandes superficies, da una impresión de ahogo,el lugar  parece más pequeño y pierde en luminosidad.

Púrpura: es el color del poder absoluto. Este color funciona muy bien si necesitamos levantar la autoestima, además demuestra jerarquía y poder. Si el objetivo es demostrar esto último podemos utilizar el púrpura como accesorio decorativo en cortinas o tapizados. Es excelente combinado con color oro.

Amarillo: es el color que refleja el poder. Se debe usar cuando se necesita levantar la energía vital, pero hay que tener cuidado cuando se está estresado o con problemas mentales tipo stress.

Es ideal en lugares de actividad, sala de estar o sala de estudio. No está indicado en dormitorios en tonos brillantes, si con incorporación de blanco. En este caso colocarlo en lugares oscuros ya que levanta la luz.

El ocre es un color es el color más luminoso, más cálido y ardiente.  Los tonos claros dan luz y crean un ambiente relajado y sosegado. Los tonos más intensos es mejor utilizarlos en espacios iluminados con luz artificial y de pequeño tamaño.

Verde: es el color de la primavera, la esperanza y frescura. Ideal para comedor y sala de juegos. Es excelente cuando estamos deprimidos o con problemas de salud, pero hay que medir su uso, si tenemos tendencia al descontrol, sobre todo si es un verde brillante o manzana. Se debe usar cuando necesitamos fijar la atención, y en  periodos de descanso.

Un verde agua produce descanso y optimismo ideal para dormitorios, ya que es el color más tranquilo y sedante. Recuerda el frescor, la vegetación y el mundo natural.

La aplicación del Feng Shui varía en cada persona, por eso siempre es recomendable consultar con un especialista.

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