Uno de los dueños de la estación de GNC de Ciudadela en la que atienden mujeres con uniforme de colegialas aseguró que a partir del uso de esa vestimenta concurre más gente al local pero se desligó de la controversia al explicar que "fue consensuado y ellas deciden usarlo".
"Viene más gente y tratamos de privilegiar la buena atención", afirmó Hugo Santini, quien está a cargo del dispendio de combustible ubicado en avenida Gaona al 4200.
El uniforme deja al descubierto las piernas de las mujeres que trabajan en la playa, por lo que no cumple con normativas de seguridad vigentes para ese tipo de comercio.
Sin embargo, Santini sostuvo que "viene más gente y se trata de privilegiar la buena atención", y redobló la apuesta: "Nadie obliga a hacer lo que uno no quiere" en ese local. Sin tapujos, el comerciante aseveró que tienen "más uniformes" disponibles para el uso del personal.
Según el hombre, la iniciativa fue "consensuada" y "ellas mismas decidieron usarlo porque les sirvió", aunque no aclaró para qué. Luego, enojado, cortó la entrevista con el canal C5N, aduciendo que le estaban haciendo "poner la cara".