Tuvimos que mudar el refugio de emergencia debido al constante hostigamiento que recibimos de parte del municipio de Escobar para que abandonáramos un predio que era nuestro. Se hicieron más de 30 viajes para poder transportar a nuestros 70 animales discapacitados desde Escobar hasta Virrey del Pino con la ayuda muchos voluntarios que se ofrecieron de corazón para hacer esta tarea. Fueron viajes de más de dos horas pero, por suerte, pudimos hacer toda la mudanza con éxito", relata María Giselle Ferrero, directora del refugio Las Renatas, el cual alberga perros discapacitados a los que les brinda un refugio y un mejor estilo de vida.
Luego de muchas idas y vueltas, la decisión de irse de Escobar la tomaron de un día para otro: "Recibimos un montón de intimaciones de parte del municipio de Escobar porque no querían que estemos allí. Tuvimos reuniones con el intendente Ariel Sujarchuck, quien dijo que no podíamos quedarnos en el lugar que estábamos con nuestros animales y en su lugar nos ofreció la cesión de un terreno para poder albergar a nuestro refugio. Cuando quisimos avanzar con la cesión, nunca recibimos las respuestas concretas de cómo iba a ser el trámite, por lo que entendimos que era sólo una pantalla y que lo prometido no iba a suceder. Luego siguieron llegando contravenciones y diferentes organismos del Estado para amedrentarnos hasta que de un día para otro decidimos irnos porque temíamos por la integridad de nuestros cachorritos".
El amor y la difusión en las redes sociales logra que el refugio pueda seguir funcionando: "Después de contar lo que estábamos viviendo en las redes, pudimos conseguir ayuda de nuestros seguidores para tener un nuevo lugar donde poder hospedarnos. Después de mucho eventos, rifas, donaciones y un préstamo pudimos comprar nuevamente el terreno donde estamos para poder afianzarnos allí y seguir con nuestra historia".
Cuando todo parecía encaminarse con la mudanza, la inseguridad los golpeó: "Sufrimos dos robos casi al mismo tiempo en Escobar y en Virrey del Pino. Nos robaron electrodomésticos, dinero, insumos y hasta una cuna por casi 140 mil pesos de valor. Si bien los perritos están bien y a salvo, el daño económico que sufrimos fue muy duro y nos cuesta reponernos. Al ser una organización sin fines de lucro formalmente reconocida debemos pagar por todos los servicios que adquirimos, ya sea la veterinaria, los insumos médicos y hasta por el lugar donde estamos. Necesitamos de la ayuda para de la gente para poder seguir subsistiendo".
Uno de los principales objetivos a corto plazo es poder acondicionar el refugio para poder brindarles seguridad a los Renatos: "Necesitamos juntar fondos para poner una cerca lo suficientemente alta en el lugar porque hoy en día sólo estamos usando un cuarto de la capacidad del predio debido a que la infraestructura no es la más adecuada. Por otro lado, necesitamos subir el piso, ya que hay una parte que se nos inunda, por lo que no podemos permitir que los Renatos estén ahí porque corren peligro. Necesitamos de la difusión y la ayuda para poder seguir adelante con el proyecto".
La situación económica actual hace mella en las finanzas de la organización: "Durante el último tiempo, hemos tenido serias dificultades económicas. Por un lado, estamos sobre endeudados con préstamos a pagar y deudas que tenemos con proveedores de hace tiempo. Adicionalmente, estamos encontrando muchas dificultades de parte de nuestros donantes, ya que la crisis hace que si bien tengan buena voluntad de colaborar, no lo puedan hacer por no contar con el dinero. Cada vez son más las donaciones con tarjetas de crédito que vienen rechazadas por falta de fondos".
Luego, agrega: "No tenemos dinero suficiente para poder pagar las internaciones de nuestros cachorros. Sin ir más lejos, se descompensaron dos cachorros y tuve que internarlos de urgencia pero no tenemos forma de pagar, por lo que necesitamos de la buena voluntad de la veterinaria para que nos puedan atender de igual forma y nos hagan un plan de pagos".
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