En la tarde del 29 de julio de 1990, un trágico accidente, en el que murió una adolescente de 15 años, marcó el principio del fin del mítico parque de diversiones Italpark, que funcionaba en avenida Del Libertador y Callao, en el barrio porteño de Retiro.
En una de las atracciones más solicitadas de la época, el Matter Horn, uno de los carritos se desprendió de los soportes y a gran velocidad fue a dar contra las barandas de protección.
Roxana Alaimo falleció en el acto, por las lesiones sufridas en el impacto, mientras que otra chica, Karina Benítez, sufrió heridas de gravedad, pero pudo salvar su vida.
El siniestro puso al descubierto la falta de controles en los juegos del Italpark y derivó en su cierre preventivo, para luego quedar clausurado.
Tras una compleja trama judicial, la familia de la víctima fue resarcida económicamente, pero nadie pagó penalmente por la tragedia, ya que la causa fue declarada prescripta.
El predio era cita obligada no solo para los vecinos de la ciudad de Buenos Aires, especialmente los más jóvenes, sino para muchos que llegaban desde otros puntos del país a visitar un parque de diversiones emblemático.
Juegos como la montaña rusa, la pista de carreras Monza o los autos chocadores, entre tantos otros, supieron convocar a miles de visitantes ávidos de pasar un buen rato con la adrenalina y el vértigo a pleno. En sus últimos tiempos, había sumado una moderna montaña rusa y hasta fue escenario de recitales.
Tras la tragedia en el Matter Horn, el Ital Park, el parque de diversiones por excelencia de varias generaciones, cerró sus puertas en forma definitiva y en la actualidad, en esos terrenos se levanta el Parque Thays.