Como consecuencia de la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus más de 170.000 afiliados de obras sociales y prepagas en la Argentina pasarían al sistema de salud pública, según revela un informe de una consultora privada realizado con datos oficiales y privados de la economía.
Según el sitio especializado en coberturas médicas MiObrasocial.com, teniendo en cuenta los 310.000 empleos perdidos en el periodo diciembre-abril relevados por el Ministerio de Trabajo, es posible inferir que el 55% de los nuevos desempleados no podrían pagar un plan de salud por lo cual optarán por alguna alternativa como podría ser el aporte de monotributo.
De los 171 mil nuevos dependientes de la salud pública, un 94% accedía a una obra social con los aportes de su antiguo empleo, mientras un 6% pagaba una diferencia para contar con los servicios de una prepaga.
“Siempre y cuando la persona tenga una antigüedad laboral mínima de tres meses, tendrá derecho a continuar recibiendo su cobertura por tres meses desde la fecha de su desvinculación. Una opción para extender ese tiempo es el seguro de desempleo, a través del cual el beneficiario puede obtener una extensión de su obra social actual, entre otras cuestiones, por hasta 12 meses”, explica Ignacio Cámpora, uno de los fundadores de la plataforma.
La encuesta de MiObraSocial tomó una muestra compuesta por 327 personas, 61% de CABA y GBA y un 39% de interior. Un 44% de hogares unipersonales, 25% familias (3+personas), 16% parejas (2 personas), 15% otros.