Corea del Norte efectuó ayer su sexto ensayo nuclear, el más potente hasta la fecha, afirmando haber probado una bomba H, en un nuevo desafío al presidente estadounidense, Donald Trump, y la comunidad internacional.
China, Rusia, Japón, Corea del sur y Francia condenaron rápidamente esta nueva violación de las múltiples resoluciones de la ONU que exigen el fin de los programas nuclear y balístico norcoreanos. Rusia, además, hizo un llamado a la calma. El presidente surcoreano, Moon Jae-In, solicitó “el castigo más fuerte” contra Pyongyang, incluyendo sanciones de la ONU.
Las agencias geológicas extranjeras habían detectado un temblor sísmico de magnitud 6,3 cerca del principal sitio norcoreano de ensayos nucleares, en Punggye-Ri (noreste).
Tokio confirmó poco después que se trataba de un ensayo nuclear. Horas más tarde, una presentadora de la televisión pública norcoreana declaró: “el ensayo de la bomba de hidrógeno fue un éxito perfecto”. La bomba, “de una potencia sin precedente”, supone “un hito muy importante, el hecho de alcanzar el objetivo final, que es completar la fuerza nuclear del Estado”.
La televisión estatal divulgó una imagen de la orden manuscrita de Kim Jong-Un en la que pedía que el ensayo se llevara a cabo el 3 de septiembre a mediodía.
Unas horas antes, Corea del Norte había publicado unas fotografías en las que aparecía el dirigente norcoreano inspeccionando lo que presentaron como una bomba H (bomba de hidrógeno o termonuclear) que podría ser instalada en el nuevo misil balístico intercontinental del que dispone el régimen norcoreano.
Las bombas H son mucho más potentes que las bombas atómicas ordinarias que Corea del Norte ya ha probado.
Según especialistas surcoreanos, la potencia del temblor detectado fue entre cinco y seis veces mayor a la del último ensayo nuclear que se había realizado, en septiembre de 2016. Corea del Norte hizo estallar, en aquel momento, una bomba de 10 kilotones.
En cualquier caso, Jeffrey Lewis, del sitio armscontrolwonk.com, consideró que se trataba de una arma termonuclear, lo que constituiría un progreso notable en los programas nuclear y balístico norcoreanos, prohibidos por la comunidad internacional.
Un sismo de magnitud 4,6 sacudió igualmente Corea del Norte menos de diez minutos después del primer temblor, indicó el Centro Chino de Vigilancia Sismológica.
La institución dijo que podría deberse a un “hundimiento”, lo que indicaría que la explosión podría haber generado el hundimiento de un peñasco situado encima del lugar de la explosión. Corea del Norte nunca ha escondido que sus programas, prohibidos, tienen como objetivo poner a punto misiles balísticos intercontinentales capaces de alcanzar el continente estadounidense.
El ensayo se produjo en un clima de crecientes tensiones en la península dividida y probablemente las agravará.
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) denunció el ensayo, un acto que constituye “un total desprecio por las exigencias reiteradas de la comunidad internacional”.
El Consejo de Seguridad de la ONU ya impuso siete paquetes de sanciones a Corea del Norte para tratar de hacerle renunciar a sus programas nuclear y balístico.
Ayer, el temblor sísmico generado por la explosión llegó a sentirse en regiones del noreste de China, fronterizas con Corea del Norte, según medios oficiales chinos e internautas locales, que manifestaron su preocupación.
Con este ensayo (Pyongyang) siembra el desastre, es una marcha paso a paso hacia la guerra o la destrucción”, denunció un internauta en China.
La situación en la península coreana ya se había tensado en julio cuando Corea del Norte llevó a cabo dos ensayos exitosos de un misil balístico intercontinental (ICBM), el Hwasong-14, que supuestamente podría alcanzar a Estados Unidos.
La agencia de prensa oficial norcoreana, KCNA, indicó ayer, antes de que se anunciara el nuevo ensayo, que el número uno norcoreano, Kim Jong-Un, había inspeccionado una bomba H miniaturizada capaz de ser montada en un misil, durante una visita al Instituto de armas nucleares del régimen norcoreano.
El artefacto inspeccionado por Kim es “una bomba termonuclear de una gran potencia fabricada con nuestro esfuerzo y nuestra tecnología”, declaró KCNA.
Piden “sanciones europeas más duras”
La canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Emmanuel Macron; y el jefe del gobierno italiano, Paolo Gentiloni, se manifestaron favorables a “un endurecimiento” de las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Corea del Norte tras su ensayo de una bomba de hidrógeno, indicaron ayer los gobiernos alemán y francés.
En una conversación telefónica, los mandatarios alemán y francés juzgaron que “la última provocación hasta la fecha del dirigente de Pyongyang había alcanzado una nueva dimensión”, agregó el ejecutivo germano en un comunicado.
Macron mantuvo conversaciones también con Gentiloni, que comparte la posición francoalemana “sobre la necesidad de una reacción internacional fuerte”, “especialmente en el Consejo de Seguridad (de la ONU) y en la UE, que deberá tomar nuevas medidas de sanciones” contra Pyongyang, precisó el Palacio del Elíseo.
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