La iraquí Nadia Murad y el congoleño Denis Mukwege recibieron el Premio Nobel de la Paz por su lucha contra la violencia sexual. Ella es una activista de 25 años que fue secuestrada por el Estado Islámico (EI), mientras que él es ginecólogo y atiende a víctimas de abusos sexuales.
"Hemos alcanzado un punto en el que no basta hablar de ello y denunciarlo. Debemos actuar de verdad”, dijo Mukwege y agregó: "Este premio no puede hacer desaparecer la violencia contra mujeres y niños, pero puede abrir puertas para que más gobiernos contribuyan a que se denuncien estos casos".
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Ambos fueron reconocidos por su lucha contra los crímenes de guerra y por visibilizar la forma en que la violencia sexual se usa como arma contra las mujeres en tiempos y zonas de conflictos bélicos.
Mukwege, fue premiado por su dedicación a ayudar a las damnificadas del conflicto bélico en el Congo, tratando a miles de pacientes, defendiendo su causa y trabajando por su reinserción. Murad, por su parte, fue destacada por su condición de víctima y por denunciar públicamente los abusos. Ella es una de las 3.000 mujeres de la minoría yazidí que fueron sometidas a abusos sistemáticos y utilizadas como arma de guerra por el ISIS y pasó meses retenida como esclava sexual.
Murad es, a sus 25 años, la segunda ganadora más joven del Nobel de la Paz, después de la paquistaní Malala Yousafzai, que lo logró a los 17 años en 2014.
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