Volkswagen considera diferentes opciones para contrarrestar la crisis energética que azota Europa derivada de la guerra en Ucrania. Una de ellas es reubicar parte de su producción si la escasez de gas persiste después de este invierno, informó Bloomberg.
"Como alternativas a medio plazo, nos estamos centrando en una mayor localización, en la reubicación de la capacidad de fabricación o en alternativas técnicas, de forma similar a lo que ya es una práctica habitual en el contexto de los retos relacionados con la escasez de semiconductores y otras interrupciones recientes de la cadena de suministro", comunicó Geng Wu, directivo de compras Volkswagen.
La empresa tiene grandes plantas en Alemania, la República Checa y Eslovaquia, que se encuentran entre los países europeos más afectados por la crisis energética. Según un portavoz de Volkswagen, las instalaciones podrían trasladarse al suroeste de Europa o a zonas costeras del norte del continente, lugares con acceso a gas natural licuado transportado por mar. Volkswagen también tiene fábricas en Portugal, España y Bélgica, donde se sitúan terminales de gas licuado.
Sin embargo, es probable que el cambio implique a un número limitado de vehículos y no al cierre total de las plantas. El fabricante tiene unos 295.000 empleados en Alemania, y los representantes de estos trabajadores son alrededor de la mitad de los 20 miembros del consejo de supervisión de la empresa y pueden influir en las decisiones.
Muchos empresas europeas que producen fertilizantes, acero y otras materias de base industrial se están trasladando a territorio estadounidense. Volkswagen también anunció este año su expansión en Estados Unidos.
Mientras que Europa sufre varios problemas con la energía y las cadenas de suministros, el gobierno estadounidense proporciona incentivos en energía verde y para los fabricantes, en particular, en las ramas industriales de alto consumo energético.