La felina fue encarcelada, se enfrentó a ser deportada e incluso amenazaron con sacrificarla. Anna Danieli, su dueña, se encuentra en una pelea legal, ya que afirma que fueron blanco de injustas acusaciones por parte de vecinos y funcionarios de la ciudad.
Cuatro fiscales supervisan el caso de la dueña del animal contra un ex gerente de control de animales.
Anna afirma que Gene Mueller, el ex funcionario, ataca injustamente a Miska por una serie de delitos menores, como meterse a la casa de sus vecinos.
Los problemas legales de la gata comenzaron en 2014, con la primera denuncia. Luego llegaron más denuncias en 2017, lo que llevó a Miska a permanecer encerrada durante varios meses.
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