Con la intención de regularizar la situación de los trabajadores extranjeros sin documentos legales y los empleos que se ven afectados por la escasez de personal, como la hotelería y la agricultura, España flexibilizó los requisitos de trabajo y de residencia.
Cabe resaltar que España tienen un total de 109.056 puestos de trabajo sin ocupar, lo que la convierten en el país con la tasa más altas de desempleo de la zona europea (13,65%), y según datos oficiales, el 69% de los empleadores advierte que tiene dificultades para cubrir vacantes.
El nuevo decreto facilita a los empleadores españoles contratar empleados en sus países de origen y al mismo tiempo, permite que sea más fácil obtener el permiso de trabajo para los inmigrantes -alrededor de medio millón de personas- que ya estén en el territorio español.
“Estas medidas nos van a permitir abordar con mejores instrumentos los retos que presenta el fenómeno migratorio”, dijo el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. También, desde su ministerio reconocieron que las disposiciones anteriores solían ser lentas e insuficientes, lo que le ocasionaba altos costos sociales y económicos al país.
Estas nuevas modificaciones en la ley española tienen el objetivo de que se ocupen los puestos de trabajo en algunos sectores donde falta personal, como por ejemplo en: