Una original y llamativa campaña publicitaria contra el maltrato infantil se implementó en España con la utilización de una cartelería especial que sólo permite ver el mensaje real a los verdaderos damnificados.
La Fundación ANAR ideó una manera distinta de llamar la atención de los peatones utilizando en los avisos una tecnología 3D que permite ver el mensaje de dos maneras distintas, una por adultos de aproximadamente 1,75 metros de altura, y otra por los niños de hasta 1,35 metros de altura.
Utilizando la impresión lenticular, un sistema que se utiliza habitualmente en las figuritas que compran los chicos y que permite crear una sensación de movimiento, los responsables de los carteles pudieron hacer que el niño que se ve en la imagen, tenga dos maneras de trasmitir el mensaje.
Por eso, cuando un adulto se acerca a ver el afiche, el mismo le transmite la cara del niño sana mientras que el más pequeño puede apreciarle con algunos moretones, consecuencia del maltrato al que es sometido y del que se intenta hacer tomar conciencia.