De acuerdo con lo indicado por las autoridades de la nación judía, el doble bombardeo apuntó a proteger a la minoría drusa luego de los disturbios en Sweida en los que fallecieron más de 300 personas. Fuerte mensaje de Estados Unidos.
Israel bombardeó este miércoles en Damasco el cuartel general del ejército sirio, sede también del Ministerio de Defensa, tras la amenaza de intensificar sus ataques contra las fuerzas gubernamentales de ese país si no se retiran de Sweida, ciudad de mayoría drusa donde murieron más de 300 personas en varios días de violencia.
Los enfrentamientos en el sur de Siria entre combatientes drusos y tribus beduinas sunitas comenzaron el domingo, después del secuestro de un comerciante de verduras druso que desencadenó una serie de raptos en represalia, según la versión del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) de los hechos.
En medio de esta escalada, el ejército israelí lanzó un bombardeo cerca de la entrada de la sede oficial ubicada en la zona de la plaza de los Omeyas y, varias horas después, realizó otro de mayor envergadura contra el mismo objetivo. De acuerdo con las autoridades israelíes, el operativo apuntó a proteger a la minoría drusa frente a los abusos de las fuerzas del régimen.
Tras los ataques, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, expresó su profunda preocupación por la situación y pidió el fin de los combates. “ Estamos muy preocupados. Queremos que los combates paren porque teníamos un alto el fuego anoche que se rompió de nuevo”, declaró. El jefe de la diplomacia estadounidense agregó que había mantenido llamadas con las partes implicadas y que también estaban “preocupadas”.
El Ministerio de Defensa sirio había responsabilizado a las milicias de Sweida, de mayoría drusa, de violar el alto el fuego acordado el martes, lo que habría llevado a la intervención del ejército sirio. En un comunicado, el organismo sostuvo que sus tropas actuaron “en cumplimiento de las normas de combate para proteger a los residentes, prevenir daños y garantizar el regreso seguro a sus hogares de quienes abandonaron la ciudad”.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, afirmó que su ejército seguirá atacando a las fuerzas sirias hasta que se retiren y avisó que el nivel de respuesta aumentará, según informaron el miércoles medios de comunicación locales. Katz también dijo que el gobierno sirio debería “dejar en paz a los drusos” tras los recientes enfrentamientos en la ciudad siria de Sweida.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se dirigió este miércoles a la comunidad drusa con un llamado a no cruzar la frontera. “No crucen la frontera”, declaró. “Están arriesgando sus vidas: pueden ser asesinados, pueden ser secuestrados y están perjudicando los esfuerzos del eército. Por lo tanto, les pido: vuelvan a sus hogares, dejen que las fuerzas armadas actúen”, afirmó en un comunicado recogido por la agencia EFE.
Israel adoptó una postura agresiva hacia los nuevos líderes de Siria desde la caída de Bashar Al-Assad y aseguró que no tolerará milicianos islamistas cerca de sus fronteras. Las fuerzas israelíes tomaron una zona de amortiguamiento patrullada por la ONU en territorio sirio a lo largo de la frontera con los Altos del Golán y lanzaron cientos de ataques aéreos sobre sitios militares en Siria.
La agencia oficial siria SANA informó este miércoles la entrada en vigor de un nuevo alto el fuego en la ciudad de Sweida, de mayoría drusa, tras más de cuatro días de enfrentamientos entre milicias locales, tribus beduinas y fuerzas del régimen. Según el reporte, las autoridades establecerán puestos de control en los accesos a la zona y las instituciones públicas reanudarán sus operaciones.
El jeque Yousef Jarbou, una de las figuras más influyentes de la comunidad drusa en Siria, detalló en un video difundido por medios árabes que se conformará un comité conjunto entre drusos y el régimen para investigar los hechos violentos, y que todos los detenidos durante los disturbios serán liberados.
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