Una mujer que fue víctima de un salvaje ataque a balazos por parte de su novio, pidió permiso durante el juicio para acercarse a abrazarlo y besarlo, frente a la audiencia.
Todo comenzó en agosto de 2019, durante una discusión que Micheli Schlosser (25) y Lisandro Rafael Posselt (28) mantuvieron en una heladería de la ciudad de Venancio Aires, en Brasil. En determinado momento, el hombre extrajo un arma de fuego y disparó cinco veces contra su novia, acertando todos los balazos.
La joven recibió dos balazos en la cabeza, en el brazo y en la espalda y algunos de los proyectiles todavía permanecen en su cuerpo.
Posselt fue detenido de inmediato y desde entonces aguardaba tras las rejas su juicio, en el que fue condenado este martes a 7 años de prisión domiciliaria: cinco por intento de homicidio y dos por posesión ilegal de arma. El castigo lo cumplirá en su casa, dado que no tenía antecedentes, aunque sí hubo denuncias de violencia por parte de Schlosser.
Sin embargo, durante la audiencia, la joven pidió permiso para abrazar y besar a su pareja, a la que aseguró haber perdonado. "Yo lo provoqué. Nunca me había agredido, siempre fue muy bueno conmigo y ya pagó por su error”, habría dicho.
"Nunca se vio nada igual. La relación era de celos enfermizos de ambos lados y de violencia. La mujer tuvo una suerte increíble de estar viva. Las balas todavía hoy están alojadas en su cuerpo. El día anterior al hecho, él la había amenazado con matarla. Y dijo que luego se suicidaría", dijo azorado Pedro Rui, fiscal de la causa.
Asimismo, el juez João Francisco Goulart Borges afirmó que durante el juicio Schlosser manifestó que quiere casarse y vivir el resto de su vida con Posselt, el hombre que casi se convirtió en su asesino.
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