La familia de una soldado norteamericana, que fue asesinada en la ciudad de Colorado, decidió colocar dos lápidas del popular personaje infantil Bon Esponja en su tumba.
Pero luego de colocar las simpáticas figuras de Bob Esponja, las autoridades del camposanto optó por retirarlas del lugar tras considerarlas "inapropiadas".
El cementerio ofreció a la familia abonarles el dinero invertido en las singulares lápidas y se haría cargo de las nuevas, pero a cambio de que sean más tradicionales y discretas.
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