Una grieta gigante con la longitud de dos canchas de fútbol y la profundidad de un edificio de seis pisos partió al medio una granja ubicada en la ciudad de Rotorua, en Nueva Zelanda.
La misma apareció luego de varios días de lluvias fuertes y fue descubierta por un baquiano, cuando sacó a pastar al ganado.
El gerente de la granja, Colin Tremain, aseguró que en el área a menudo aparecen huecos debido a la degradación de la roca caliza debajo de la superficie del suelo, pero que nunca uno de tal magnitud.
"Lo que vemos en el fondo del pozo es un depósito volcánico de 60.000 años que salió por este cráter. Esto lo han provocado las fuertes precipitaciones. No es un proceso nuevo y es algo que podemos esperar que vuelva a suceder en el futuro", dijo un experto a Euronews.
Este fenómeno se da tan sólo semanas después de uno muy similar que afectó a una zona de Kenia.
La impresionante grieta aparecida en el país africano fue producto de lluvias, inundaciones y temblores, y atravesó campos y rutas.