El alcalde de la localidad costera de La Libertad, Francisco Tamariz, cercano al expresidente Rafael Correa, denunció este sábado que fue víctima de un ataque a tiros en la víspera de las elecciones generales anticipadas de este domingo en Ecuador.
"Intentaron MATARME", expresó el dirigente político a través de sus redes sociales, destacando que hay "más de ocho testigos" del atentado registrado hacia la medianoche del viernes y en el que, al parecer, participaron policías. Además, señaló que salió ileso del ataque junto a su esposa y otros dos allegados que viajaban en un vehículo blindado, que fue blanco de unos 30 disparos.
Correa, cuya candidata Luisa González es favorita para la elección presidencial, replicó en su cuenta de Twitter la denuncia que el alcalde de La Libertad -en el suroeste de Ecuador y con unos 100.000 habitantes- había divulgado en la misma plataforma.
"En cuestión de segundos comenzaron a acribillar el vehículo (...), comenzaron a dispararnos, jamás preguntaron quién iba ahí", afirmó el funcionario, en una declaración que ofreció junto a su esposa. Ambos aparecieron con chalecos antibalas.
"Si no estuviera blindado (el auto), hermano ecuatoriano, yo no estaría aquí. Sería imposible que yo te estuviera hablando con 30 tiros que fueron (...) dirigidos a la camioneta donde yo me estaba transportando", agregó.
Actualmente, Ecuador afronta en los últimos años una oleada de violencia vinculada con el narcotráfico con matanzas en las cárceles, que han dejado más de 430 presos muertos desde 2021 y un récord de homicidios de 26 por cada 100.000 habitantes en las calles en 2022, casi el doble que el año anterior.
Los familiares del excandidato presidencial Fernando Villavicencio, que fue asesinado la semana pasada a tiros, presentaron una demanda contra el Gobierno y las autoridades de la Policía por el delito de "asesinato por omisión dolosa", con el argumento de que las instituciones no garantizaron la protección del periodista, imputaciones que fueron rechazadas por el Ejecutivo.
El abogado Marco Yaulema explicó que Villavicencio había sido amenazado múltiples veces por criminales incómodos con sus denuncias periodísticas, por lo que debía tener un mayor esquema de seguridad el 9 de agosto, cuando un sicario le disparó a la salida de una escuela de Quito.
Yaulema responsabilizó de su desprotección al presidente Guillermo Lasso, al ministro del Interior, Juan Zapata; al comandante de la Policía, el general Fausto Salinas; y al jefe de Inteligencia, Manuel Samaniego. Villavicencio "estaba amenazado por las mafias y todos lo sabían, todo el Estado lo sabía", advirtió en conferencia el abogado, para quien el asesinato se vio facilitado por las fallas en el operativo de seguridad.
Un video registró el momento en el que el candidato del Movimiento Construye sube por la parte derecha a una camioneta sin blindaje y, desde el otro costado, un sicario colombiano le dispara dos veces en la cara y otra en la cabeza.
El atacante intentó huir antes de caer abatido por guardaespaldas del político. La familia juzga que el número de custodios de Villavicencio no era el adecuado y denuncia que el conductor del vehículo no estaba frente al volante.