En el pueblo cordobés de Sacanta, los habitantes aseguran que la fantasmagórica figura aparece por las noches

La mayoría lo toma en broma, pero aún así piden que se aclare la situación y que el autor sea identificado. Otros empiezan a suponer otras historias. Pero hace varias noches que esa figura casi fantasmagórica, La Llorona, aparece por las noches, en zonas menos pobladas y alejadas del centro de Sacanta, un pueblo cordobés de tres mil habitantes, en el departamento San Justo, a 140 kilómetros al este de la Capital.

Varios dicen haberla fotografiado y hasta filmarla, pero se desconoce el origen y la autenticidad de las imágenes que se viralizan por redes sociales y hasta vía WhatsApp. "La noche del martes fue la primera. Luego el miércoles, y anoche otra vez. Anoche fue como a las 12.30, en el predio de los scouts. Pero otra vez se escapó sin que nadie pueda agarrrarla/o. Yo considero que es un disfrazado, pero otra gente se asusta y empieza a hablar de otras cosas", cuenta una joven vecina del pueblo al diario cordobés La Voz.

"En las dos últimas noches, cuando alguien avisa, fueron policías y vecinos con linternas, pero nunca pudieron agarrarlo/a. Es como que se deja ver por alguien y huye. Hay gente que le sacó fotos, que están dando vuelta por todo el pueblo, aunque no se alcanza a ver quién puede ser", señala otra mujer desde Sacanta. "No pongas mi nombre porque después se van a reír", dice una señora que cuenta lo que sucede. Sabe que hacia afuera del pueblo casi nadie tomaría el caso en serio. Pero adentro, piden al menos que se identifique "y escrache" al protagonista.

"En 2004 apareció otro personaje, al que se le decía 'el sátiro', aunque en realidad nunca cometió ningún abuso ni nada parecido, pero se aparecía por las ventanas y asustaba gente, hasta que no volvió", marcó una de las vecinas. Enseguida, no faltaron quienes bautizaron a la nueva aparición como La Llorona, en relación a ese personaje de leyenda que ha recorrido historias mitológicas en varios pueblos del país. Mientras, en Sacanta, antes de que más adhieran a leyendas, el reclamo que crece es para que a ese "fantasma" o a esa "llorona" alguien lo descubra. Y que se acabe el cuento.

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