"Bruce Willis", un gato atigrado de 7 años, fue llevado a un refugio del estado de Minnesota (EE.UU.), donde lo encontró Sandra, su dueña actual.
El animal tenía cicatrices por todo el cuerpo, dientes astillados, una herida curada en el ojo y problemas con su sistema inmunológico. Todo producto de vivir años en las calles.
"No voy a mentir, la idea de adoptar a un gato que era callejero con varios problemas de salud me asustaba", confesó la mujer. "No mejoró cuando estaba a punto de rellenar el papeleo y el personal del refugio me dijo que necesitaría cirugía dental. Me dije a mí misma que todavía podía dar marcha atrás, pero al mirarle a los ojos tristes, también me di cuenta de que no podía dejarlo allí", detalló.
Según explicó Sandra, al llevar a la mascota a casa, se enfrentó a nuevos problemas: "Costosas facturas del veterinario, problemas de comportamiento, alergias a la comida", entre otros. Además, tuvo que darle diferentes medicamentos "hasta 15 veces al día". "No sucedió de la noche a la mañana, pero poco a poco, nuestros días mejoraron", subrayó la dueña y agregó que está muy feliz de tener al gato a su lado.