Al extraño suceso paranormal vivido por la joven cadete María Florencia Ledesma en la Escuela de policía "Comisario General Juan Ángel Pirker" y que trascendió la semana pasada, se le sumó ahora el testimonio de un subcomisario de la Policía Federal que confirma que este tipo de hechos ocurren a diario en el establecimiento.
Ledesma relató en su momento que encontró en su cama unas marcas que se asemejaban a las de unas garras ensangrentadas. Restándole importancia al asunto, y creyendo que todo se trataba de una broma, la joven se dispuso a realizar una guardia hasta que escuchó ruidos provenientes de la habitación 11, que estaba vacía. Tras dar aviso a un superior, que revisó el cuarto y no notó nada extraño, la joven sufrió el ataque de "una sombra negra" que le dejó arañazos en el cuello y la cara.
La divulgación del hecho llevó a pensar de que se trataba de un episodio de índole paranormal aislado, pero el portal Policiales Ahora recabó el testimonio de diversos oficiales de la Policía Federal que confesaron que durante su etapa de instrucción en la Pirker vieron apariciones fantasmales en sus instalaciones.
El blog publicó los dichos de un subcomisario que actualmente se desempeña en una seccional porteñas de la Policía Federal que indicó que "es frecuente" ver este tipo de apariciones.
"Yo estudié hace ya más de 20 años, cuando todavía se llamaba 'Ramón Falcón' y lo que le pasó a esta camarada no es extraño. Es habitual que pasen estas cosas, aunque es la primera vez que escucho de un ataque. El 90 por ciento de los que pasamos por ahí vimos por lo menos una vez cosas extrañas. Y esto incluye a comisarios, comisarios inspectores, mayores y hasta los generales de la cúpula. El que te dice que adentro no vio aunque sea una vez algo de eso está mintiendo", explicó el oficial, del que no se publica su identidad.
Además de referenciar a "el abanderado decapitado", el subcomisario identificó a otras apariciones. "Adentro solía aparecer una nena chiquita que te llamaba para jugar y después desaparecía o a veces simplemente se ponía a llorar. También un cadete bombero que siempre se aparecía cerca de la autobomba y el ruido como de policías marchando en plena noche cuando todos estaban durmiendo. Algunos hasta hablaban de que alguien les estiraba las sábanas y a más de uno se le abría fuertemente el locker y te juro que no había nadie que fuera responsable de una posible broma", relató.
Además, el oficial indicó que "nadie se animaba a contar estas cuestiones abiertamente a los jefes, porque te podían creer loco, te daban la baja y ahí te despedías del sueño de toda la vida de ser policía".
"Yo vi a la nena llorando dentro de la escuela y juro que no había ningún chico. No estoy loco, no sufro de alucinaciones, estoy apto para usar un arma y jamás maté a un civil. Es más algunos cuentan historias similares de apariciones en comisarías o en puestos de custodia. No es mi caso, pero a muchos les pasó. Yo creo en esas cosas, aunque no me sugestiono", contó a la página.
Además, el portal revela que el revuelo que ocasionó la revelación de la cadete Ledesma llevó a algunos compañeros de la joven a proponer, y a algunos superiores a aceptar, la posibilidad de llevar al lugar a un especialista en "limpieza" de espíritus revoltosos.
Fuente: Policiales Ahora