A Luciano Vittori se le ocurrió nacer el mismo día de los goles de Diego a los ingleses, con un pequeño detalle: fue en el país azteca y... ¡su papá y su abuelo tenían entradas para la cancha! La historia contada por los protagonistas a DIARIO POPULAR
Con el 17 de la desgracia en su espalda, Pedro Pablo Pasculli le había dado a la Selección Argentina la clasificación a los cuartos de final del Mundial 86. Allí esperaba Inglaterra. El pasado reciente transformaba al encuentro en algo más que un partido de fútbol y los hinchas en México ya lo palpitaban. Carlos Vittori, uno de los argentinos en el país azteca, estaba a un paso de ser padre: su esposa Graciela tenía fecha para dar a luz a mediados de junio.

Carlos estaba preocupado. El pequeño no llegaba y la fecha del partido se acercaba. La posibilidad de una superposición de eventos era cada vez más grande y, aunque la responsabilidad de un padre estaba en primer lugar, el cruce con Inglaterra asomaba por el horizonte y él lo miraba de reojo: "Teníamos los tickets hacía mucho tiempo, era algo que queríamos hacer con mi suegro que venía de visita", recuerda en diálogo con DIARIO POPULAR.


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Un día antes del cruce con los británicos, mientras en otro punto de la ciudad Carlos Salvador Bilardo recibía las camisetas que había mandado a comprar de urgencia para el encuentro ante los ingleses, Graciela reposaba. "Yo no estaba compenetrada en el partido; la verdad, mucho no me importaba", rememora la madre. Con temperaturas de 30 grados, a punto de dar a luz, lo que menos le interesaba era saber si jugaba Giusti u Olarticoechea. O los dos. Carlos, como podía, trataba de prestarle atención a ambas cosas. A su pasión y a su hijo. Pero, por suerte para el futbolero, el destino le tendió una mano. "Salimos hacia la clínica a las ocho de la noche del 21 de junio, aproximadamente", recuerda.

"Cuando fuimos al hospital pensé que iba a ser más rápido, así que me relajé", cuenta Carlos, que ya estaba pensando en Diego Maradona. Pero aparecieron las complicaciones: "El parto fue largo. Se complicó y estuvimos mucho tiempo, fue muy difícil porque no se había acomodado bien". Entre gritos de dolor de la madre, la epidural que no funcionaba y los dolores de cabeza, las horas transcurrían.

A las dos de la mañana, apareció Luciano.

La madrugada no sólo tuvo acción en el hospital. Al mismo tiempo, en la concentración de la Selección, las costureras terminaban de bordar los escudos en las camisetas azules. Según relata el libro "El Partido", de Andrés Burgo, ninguno de los jugadores estuvo conforme con la elección.

Con el bebé en sus manos, Carlos tenía una preocupación menos y una felicidad más. Después de haber pasado toda la noche junto a su esposa, ahora podía ir a la cancha. A treinta años de aquel evento, la pregunta cae de madura: ¿qué hubiera pasado si los eventos se superponían? "Mi esposo no se iba a ningún lado", saca pecho Graciela. Carlos escucha la pregunta, ríe, hace un silencio cómplice y dice: "No, claro me hubiera quedado con ella".

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Luciano Vittori hoy cumple 30 años. Nació en el día más inspirado de Diego. Foto: Alejo Caram


Salieron con su suegro para el estadio con una bandera argentina que tenía bordada la palabra "Chascomús", confeccionada por su suegra con retazos de bolsas de basura. "Nos sentamos en el lateral. Vimos clara la mano, fue alevosa, y todo el mundo lo gritó sin mucha convicción", recuerda Carlos. Y sostiene: "No quería ver el final. Después de la obra maestra de Maradona le dije a mi suegro que nos fuéramos. No íbamos a ver nada igual". El partido terminó. Argentina llegó a la semifinal de la Copa del Mundo y, lejos de volver al hospital, suegro y yerno fueron a festejar: "Como era la costumbre, fuimos a un restaurante de Juan Carlos Malazzo. Muy cálido y macanudo".

Treinta años más tarde, Luciano Vittori es recepcionista, pero su vocación es la actuación. Trabajó en Sueños de una noche de verano, vivió en Chile, Panamá y Europa. Aunque su nacimiento haya sido en el Distrito Federal, es más argentino que el dulce de leche y su principal chamuyo lo demuestra: "Cuando estaba soltero, cada vez que podía chapeaba con lo del gol de Maradona. Lo usé para encarar chicas". Y sí. El DNI lo marca como mexicano... pero la fecha es bien celeste y blanca.

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