“Quedan los artistas”, decía un capocómico. O las canciones. O el arte. O todo junto. Acaso el “musical documental testimonial” como definió su mentor Pablo Gorlero “De eso no se canta”, sea una buena medida para comprender y redescubrir algunos de los temas que nos acompañaron en circunstancias especiales de nuestra vida.
De hecho, desde este lunes el Teatro de la Comedia será una suerte de camino rumbo a un repertorio irrepetible: Ay Carmela, Canción de Alicia en el País, La marcha de la bronca o la reciente recuperada Bella Ciao (vía la Casa de Papel), son interpretadas por Déborah Turza, Julián Rubino, Laura González y Nicolás Cúcaro. “Necesidad de decir algo diferente”, sintetiza Julián al explicar a DIARIO POPULAR, la principal motivación por sumarse a este musical.
“Primero me sedujo la idea de hacer canciones y textos prohibidos”, afirma Laura, “me parece bárbaro interpretar historias verídicas para sublimarlas en el arte y transformarlas”. Por su lado, Deborah Turza- quien participó de un documental similar, Las enfermeras de Evita (2014)-considera “Hay una afinidad artística y filosófica o de ideas para poner el cuerpo y la voz a todo lo que estamos diciendo que alguna vez fue prohibido. También hay una suma de colores entre los que formamos parte, cada uno con su singularidad y otro muy bello, que surge cuando lo hacemos todos juntos. No sé si el director lo hizo a propósito pero está buenísimo”.
“Muchas de las cosas que se hablan en la obra no las viví (porque tengo 20 añitos, Je!)”, admite Nicolás, “pero las estudié y hablé de estos temas con quienes sí la vivieron y quiero que no pasen Nunca Más, ni acá, ni en ninguna parte del mundo”. El presente lo remite a un film inolvidable. “Se me viene a la mente como antecedente artístico La Vida es Bella, de Roberto Benigni. Fue una de las primeras películas que vi que me hicieron llorar y lo siguen haciendo. Cosas como estas me dan más ganas de ser artista y transmitir el mensaje de la obra a todas las personas”. Los gustos sobre el repertorio que alterna además textos de notables seleccionados por el director como Roger Waters, María Elena Walsh, Pablo Neruda o Martin Luther King, los hace coincidir y diferenciarse. Las chicas, por ejemplo, destacan Canción de Alicia en el País, de Serú Girán. “Siempre me llamó la atención cómo Charly lograba transformar las canciones hablando de una realidad durísima y a la vez en un modo poético. Como con Los Dinosaurios. De chica Alicia me generaba misterio, me enteré de qué hablaba a medida que fui creciendo”, reconoce González.
“Lloro cada vez que la escucho. Me gusta mucho el arreglo que logramos en la obra”, amplía Turza.Si Rubino se queda con la canción partisana y antifascista Bella Ciao que recuperó el Profesor de la serie española (“Me llega en lo profundo”), Cúcaro prefiere la Marcha de la Bronca, de Cantilo y Durietz.
“Refleja a la Argentina en todas sus épocas. Parece que estos tipos la escribieron hoy a la mañana, eso es feo porque quiere decir que los de arriba siguen haciendo lo mismo que hace casi 50 año. Pero también es un motivo para seguir luchando por un mundo mejor”, celebra. Historias de represalias a la hora de cantarlas abundan, pero eso no los amedrenta. “No hay temor, dice Julián, sí quizás ansiedad. Creo suponer que uno puede decir lo que piensa. Que evolucionamos y no estamos yendo para atrás”.
“Siento la urgencia de contar estas cosas, tienen tanta actualidad que impresionan. Hay que seguir reflotando temas, primero para que no vuelvan a suceder y estar más despiertos que nunca”, propone Laura.
La cita es cada lunes a las 20.45 en el Teatro La Comedia (Rodríguez Peña 1062); allí probablemente las voces y las canciones lograrán fundirse con la memoria del público creando sensaciones encontradas sobre cada tema. Algunos remiten a la Guerra Civil Española, otras a la Segunda Mundial, pero también a las dictaduras latinoamericanas o a las controversias que derivaron en censura en los distintos puntos del planeta. “¡Ay, Carmela!”, “Bella Ciao”, “Te recuerdo, Amanda”, “StrangeFruit”, “La balada del ComodusViscach”, “Canción de Alicia en el País”, “La marcha de la bronca”, forman parte de este calidoscopio sensible que recrean con arte Déborah, Julián, Laura y Nicólás, en consonancia con el criterio de su director, Pablo Gorlero y de los músicos, Juan Ignacio López y Tomás Pol. Imprescindible en días de memoria corta y los recuerdos importantes, como descarte.