Este sábado Almafuerte despide el año en el Malvinas Argentinas y su líder anunció un paulatino retiro de los escenarios. Por eso, aprovechamos para reivindicar una de sus grandes virtudes: su faceta lírica y poética. Nuestro ranking, en esta nota
Ricardo Iorio podrá generar amor y odio en partes iguales, pero nunca indiferencia. Parte de eso se debe a su imponente personalidad y carisma, como también a su carácter siempre polémico. Pero las fuertes pasiones que genera se sostienen sobre su grandísimo talento.

El fundador, líder y figura de V8, Hermética y Almafuerte es un excelente compositor y poeta, pero algo menospreciado dentro de la historia del rock nacional.

Quizás por ser un hombre del heavy metal, un subgénero popular pero nunca masivo, su lírica y poesía fue y sigue siendo algo menospreciada dentro del rock nacional.

Con la excusa de que este sábado Almafuerte despide el año en el microestadio Malvinas Argentinas, y que recientemente anunció un paulatino retiro de los escenarios (confirmado por su manager Marcelo Caputo, quien señaló que 2016 tendrá una agenda de shows más espaciada), decidimos reivindicar la pluma de quien también fue líder y fundador de V8 y Hermética eligiendo las que a nuestro criterio son las cinco mejores letras que escribió a lo largo de su carrera.

A continuación, nuestro Top 5. Escuchen, lean, ¡y canten!

5- Robó un Auto

Robó un auto para trasladarse
hacia las soledades vivientes.
Sentirse, muy cerca de eso
era su sueño más ardiente.

Aprovechando el apagón
de la ciudad capital,
y renunciando a las amargas sales,
para nunca, para nunca volver.

Jamás se estacionó en su suerte,
por eso no lograron detenerlo
las autoridades camineras,
ni los mecánicos desperfectos.

Sólo el cielo de la pampa lo vio,
como un rayo cruzar el desierto,
y a una simple joven sin planes,
de un pequeño gran infierno arrancar.

Condujeron sus propios destinos
por el sendero que el mundo esquivó
y pudieron sentirse su estado,
su patrón, su íntimo Dios.

No pudo doblegarlos el invierno
con el azote de sus vientos,
mientras refugio levantaban,
en las vivas paredes de un cerro.

El amor hijos les dio al nacer,
y al Dios vivo agradecieron
el no permanecer prisioneros
del urbano acostumbramiento.

Condujeron sus destinos
por el sendero que el mundo esquivó
y pudieron sentirse su estado,
su patrón, su intimo Dios.


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4- Gil Trabajador

El tormento del vino artificial
y su atmósfera parrillera
anestesian la conciencia común,
que transcurre su infancia
en la tierra estomacal

Masticando esta siniestra heredad,
prisionero estoy en mi ciudad natal
donando sangre al antojo de un patrón
por un misero sueldo

con el cual no logro esquivar
el trago amargo de este mal momento.
Mientras el mundo, policía y ladrón,
me bautizan sonriendo, gil trabajador.

Bestia humana que duermes aún
de la cuna al ataud,
extraviada del rumbo a seguir
por ignorar que no existe el fin
del que escapar.

De Pacheco a La Paternal,
de Dock Sud a 3 de Febrero,
mil amigos con el corazón
esperan esta canción

para atravesar
el trago amargo de este mal momento
Mientras el mundo, policía y ladrón,
me bautizan sonriendo, gil trabajador.
gil, gil trabajador.

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3- El Pibe Tigre

Mañana es ya.
Y sin achiques,
el pibe marcha pedaleando
a laburar.

Desayunó mate de origen.
Masticó algo; prendió un faso
y se alejó.

A ganarse un hueso como changarín,
de un trompa extranjero que compra el país.
y lo derrite después.
Haciendo al pibe que estibe.

Lo vi volver, tarde y deshecho.
De su batalla cotidiana;
hecha hoy canción.

Sonrió al entrar.
Tomó alimento.
Dejó en la mesa lo ganado, y se acostó.

Rezó a Dios pidiendo antes de dormir
por ser contratado, obteniendo así
los beneficios de ser un efectivo por ley.

Mañana es ya.
Despierta el pibe,
esperanzado nuevamente va otra vez.

Duro al pedal, pitando un firme.
De obra social sus sueños son,
hasta que ve.

Acreditadores, agitandose.
El galpón vacío, la yuta y el juez.
Y a quienes dicen, que él,
cargó el derrite ayer.

un oficial se lleva al pibe.
Como implicado en el embrollo que estalló.
y en su natal país de origen,
el trompa gringo aterriza con el montón.

¡Dale, cantá pibe!
Dice el golpeador.
¿Donde está el derrite?
¿Quién se lo llevó?

Una vez libre volvió,
sin ser el mismo. Ya no.

Le dieron sin asco, hasta que cayó,
para ser pateado, hasta que murió.
El pibe tigre aquel,
del barrio Carlos Gardel.

Fue a cajón cerrado,
que se lo veló.
Pues fue desmembrado como donador,
el pibe tigre aquel del barrio Carlos Gardel.

¿Porqué será, que aún es esto
posible de ser?

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2- Tú Eres Su Seguridad

Ajeno al tiempo, sé que quisieras seguir
pero mil voces te ahogan para que
formes la cola del seguro porvenir

Por eso te vi escapando en las horas
sin sol.
De las miradas oscuras que aprobaron
las torturas del fugado represor.

Son quienes no alcanzan la paz
por sus viejos miedos.
y hoy esperan de vos seguridad.

Que no te demore el mundo,
poniéndote el antifaz.
y buscando acomodarte en medio
del derrumbe de su decadencia.

Pues la enfermante histeria,
que hay a su alrededor.
tratará de agotarte para que
formes parte de su digestión.

Y en su falso amor padecen de
pasión.
Antes de arrepentirse de su
error.

Mata el miedo que guarda el animal,
limpia el cuerpo pues dentro de él estás.

Si buscas libertad, ya no andés
por fuera.
Hombre de mil nombres nace ya


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1- Memoria de Siglos

En lo que digo nadie se engaña:
Nos libramos del vencido
Todos barremos con saña
A los ídolos caídos

No serás siempre el primero,
la humana limitación
Cambia a capricho al puntero
de toda competición

Olfateamos muchas cosas
entre prisas diariamente
Son verdades deliciosas,
y verdades pestilentes.

Nadie da nada de balde, sabelo.
El candor ultimamente esta muy bravo
Aunque la verdad escalde,
sobran cadenas y esclavos

Libertad y sus vestigios
Mas vale ponerse a salvo
Muchos calzan gorro frigio
Solamente por ser calvos

Cubre el cuerpo cualquier capa
El placer también demacra
Todo ser busca una tapa
Cuada cual cubre su lacra.
Cada cual su lacra oculta.

Aunque en virtudes abunde
y se juzgue inobjetable
Cuando el humano se hunde
Siempre busca un responsable

A menudo nos engañan
Escondidas apetencias
La culpa ajena es barata
Regalarla no nos cuesta, nada nos cuesta

La hipocresía propasa
Todo ejemplo en esta tierra.
Al asesinato en masa,
los hombres lo llaman guerra.


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