La víctima tenía 63 años y residía en una vivienda de la localidad bonaerense de Batán. La sospecha es que el homicida quiso borrar huellas y evidencias del crimen quemando la vivienda. Sospechas con un vecino.
Una mujer de 63 años fue encontrada muerta tras un incendio en su casa de la localidad bonaerense de Batán pero en realidad la habían matado de tres puñaladas, luego de recibir una golpiza y estrangulamiento. Así, la sospecha principal es que se trató de un femicidio, cuyo autor intentó borrar huellas y evidencias del crimen quemando la vivienda.
El macabro hallazgo ocurrió en una vivienda ubicada en el cruce de las calles 149 y 178 del mencionado distrito del partido de General Pueyrredón, a unos 13 kilómetros de la ciudad de Mar del Plata.
Fuentes policiales informaron que los bomberos acudieron al inmueble debido a un incendio y, tras apagar el fuego, encontraron en el interior del lugar a una mujer muerta, identificada como Carmen Riera. En un primer momento se creyó que el incendio había provocado el fallecimiento de la víctima, pero luego de haberse realizado la autopsia los investigadores determinaron que la mujer tenía tres heridas de arma blanca, en el tórax, el abdomen y en el bajo vientre.
Según las fuentes, al comienzo de la pesquisa se pensó que la mujer había muerto en un accidente que se generó cuando la pantalla de la garrafa que tenía en su cuarto afectó una frazada con la que se solía abrigarse. Sin embargo, ante el resultado contundente de la autopsia, el fiscal Fernando Castro cambió la carátula de la causa "homicidio". La operación de autopsia no sólo confirmó el ataque letal con arma blanca, sino que también comprobó golpes y signos de estrangulamiento. En torno al avance de la causa, una hija de la víctima brindó testimonio y contó que su madre mantenía una relación que definió como "conflictiva" con un vecino de 70 años, cuya casa fue allanada, aunque finalmente no se hallaron elementos para imputar y privar de la libertad al hombre.