María Belén González, la mujer policía que prestaba servicio en el Comando de Prevención Comunitaria de Avellaneda cuando fue arrollada en tres oportunidades por un auto conducido por delincuentes, agradeció desde el sanatorio donde permanece internada a todas las personas que pidieron por su pronta mejoría y rezaron por ella.
El mensaje fue dado a conocer ayer por su hermana que -a través de WhatSapp- grabó el agradecimiento de María Belén en la habitación del Centro Médico Fitz Roy de Palermo, donde la joven de 22 años permanece internada con fracturas múltiples desde el 29 de julio.
Muy emocionada, María Belén saludó a todos los que se preocuparon por su salud: "Gracias, gracias a todos por rezar por mi, por estar a mi lado. Sus oraciones llegaron para que esto salga todo bien. Sufrí muchísimo y sigo sufriendo, pero ahora estoy un poquito mejor. Gracias gente, gracias".
El miércoles 29 de julio María Belén volvía a su casa de Almirante Brown acompañada de una tía. Todavía vestía el uniforme y llevaba la pistola reglamentaria en la cintura cuando al cruzar la calle, en Humberto 1º y Las Calandrias, en la localidad de San Francisco Solano, partido de Almirante Brown, un coche las atropelló.
El conductor dio marcha atrás y volvió a pasar el auto por encima del cuerpo de la mujer policía. Luego el acompañante bajó, le robó el arma y, al escapar, atropellaron por tercera vez por sobre la joven, que aún sigue internada y mejorando lentamente.
Esta semana María Belén y su entorno familiar se llevaron una grata sorpresa cuando Carlos Tevez se comunicó por teléfono con la familia de la joven.
Una amiga de María Belén, Andrea Carnet, había lanzado una campaña por las redes sociales hasta que la noticia le llegó al 10 de Boca.
Tevez se enteró del pedido de Carnet y se comunicó con los padres de María Belén: 'Hola, señora. Disculpe que la moleste. Le habla Carlitos', dijo con inocencia en su voz. Milagros, la madre de la joven, le respondió como si nada: '¿Qué Carlitos?', consultó. 'Carlitos Tevez, señora, el jugador de Boca', insistió el futbolista.
Preguntó por la salud de la afectada, prometió ir a visitarla: 'Para mí sería un honor poder conocer a su hija. Me enteré de lo que le pasó y quiero darle una sorpresa. Por favor: agende mi número y, apenas se recupere, llámenme y voy a darme una vuelta por la clínica. Dígale que le voy a llevar un regalito para que se ponga bien'.
El padre de María Belén, Alberto, confesó que 'no lo pueden creer', y cuando le contaron a su hija, que todavía está sedada y le cuesta hablar, 'creyó que era una broma'.
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