Con las presencias de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner; el intendente de Morón, Lucas Ghi; y el titular del AFSCA, Martín Sabbatella, inauguraron el Espacio Mansión Seré Centro de Investigación e Intepretación de Nuestra Historia Reciente.
El
mismo es el resultado del proyecto de recuperación y preservación
arqueológica del lugar donde funcionó el centro clandestino de
detención y torturas conocido como "Mansión Seré" durante la
última dictadura militar y donde desde 2000 funciona la Casa de la
Memoria y la Vida y la Dirección de Derechos Humanos del
Municipio.
"En julio del 2000, por iniciativa del entonces
intendente Martín Sabbatella, el Municipio de Morón creó la Casa
de la Memoria y la Vida, el primer espacio latinoamericano dedicado a
recuperar y ejercitar la memoria en el mismo lugar donde funcionó un
centro de detención. Con la inauguración de este centro de
investigación seguimos trabajando para recuperar la memoria. Lo
hacemos con alegría y apostando por la vida. Porque donde ellos
mataron y torturan, todos los días cientos de chicos vienen a jugar
y a divertirse. En este lugar emblemático todos los días le ganamos
a la muerte y a la tortura", destacó el intendente de Morón.
Por
su parte, la Presidenta expresó: "Acá queremos conmemorar la
vida. Hay un espacio de la memoria, pero la mayor parte del predio
está ocupada por actividades vitales. Está en cada uno de nosotros
hacer el esfuerzo para que en cada uno de nosotros aflore lo bueno y
lo mejor que tengamos".
Del acto participaron, además,
funcionarios y legisladores nacionales, Estela de Carlotto, titular
de Abuelas de Plaza de Mayo, representantes de organizaciones de
derechos humanos y Carlos García, uno de los detenidos en la Mansión
Seré que logró escapar en 1978.
Memoria
La
Casa de la Memoria y la Vida es el primer espacio latinoamericano
dedicado a recuperar y ejercitar la memoria colectiva ubicado a
escasos metros de donde funcionara, durante la última dictadura
cívico- militar, el Centro Clandestino de Detención (CCD) conocido
como Mansión Seré, a cargo de la Fuerza Aérea Argentina.
El
proyecto de recuperación y preservación arqueológica de Mansión
Seré incluyó la creación de un laboratorio de 161 m2 donde
funcionará un centro de análisis de investigación y depósitos
arqueológicos, así como la construcción de pasarelas para la
circulación por dentro de los cimientos de la vieja casa, un patio
de la memoria y otras áreas de contemplación para que los vecinos y
vecinas puedan recorrer los cimientos de la antigua casa.
Además,
los resultados de las investigaciones realizadas por el Municipio
fueron aportados para fortalecer los procesos judiciales con valiosa
información.
La iniciativa -precursora en el país en la
recuperación de espacios destinados a incentivar la memoria
colectiva- se propone rescatar junto a la comunidad y los organismos
de derechos humanos a la Mansión Seré y su entorno a través de la
recuperación del patrimonio tangible e intangible, rescatando y
conservando su estructura y su historia a partir de los testimonios
de diversos actores sociales y la preservación de la memoria
histórica sobre los usos de la Mansión, antes, durante y después
de su utilización como centro clandestino de detención, y su
función en la aplicación sistemática del terrorismo de Estado en
la zona oeste.
La obra que se inauguró hoy complementa la primera
etapa del proyecto, finalizada en 2006, la cual contempló la
construcción de un tinglado para preservar las excavaciones de la
mansión.
Entre 1977 y 1978 la Mansión Seré se convirtió en
uno de los centros clandestinos de detención de la zona oeste del
conurbano por el que pasaron centenares de personas torturadas bajo
la responsabilidad de la Fuerza Aérea Argentina. Luego de la fuga de
cuatro detenidos, la propiedad fue incendiada y dinamitada para
borrar los restos.
Actualmente allí se realizan
diferentes actividades con el objetivo de promover la memoria
colectiva sobre la historia reciente, contribuir en la búsqueda de
la verdad y la justicia y generar un espacio de participación y
diálogo en torno a los derechos humanos. Cientos de vecinos y
vecinas participan cada mes, miles de jóvenes forman parte del
festival cultural La Minga, alrededor de 800 estudiantes asisten por
mes a talleres dónde se debate y reflexiona sobre derechos humanos y
medio millón de personas transitan por año el lugar para hacer
deportes y disfrutar de recitales, festivales, actividades artís