Pese a que la recaudación impositiva crece a todo vapor —en lo que va del año ya aumentó un 68%—, el Gobierno decidió que no volverá a poner en marcha el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), el programa de asistencia que permitió que más de 9 millones de argentinos subsistieran en 2020 en medio de la parálisis ocasionada por la pandemia y la cuarentena estricta. Así, muchas familias que esperaban la vuelta de este programa de asistencia, deberán buscar una alternativa, porque esta ayuda no llegará. Al menos, no por ahora.
“No tenemos previsto que vuelva el IFE”, aseguró muy tranquilo Claudio Moroni, cuando salió de la reunión de gabinete económico que se hizo en la Casa Rosada, durante el mediodía del miércoles. “La situación fáctica es distinta del año 2020, cuando no pasaba una bicicleta por la calle”, dijo el ministro de Trabajo, tratando de justificar la decisión de no poner nuevamente en marcha el IFE. ”Hoy hay actividad”, continuó Moroni. Y añadió: “Y en donde hay restricciones hay asistencia del Estado”.
Se refería al programa de Recuperación Productiva (Repro II) que hace llegar ayuda del Estado a los trabajadores a través de sus empleadores y también a monotributistas y autónomos. Pero el Repro no es para todos los sectores, como fue el IFE. Sólo se aplica a los sectores que atraviesan una situación crítica como gastronómicos, hoteleros, y ahora empresas vinculadas al turismo y a la cultura.
“Vamos a replicar lo que hicimos el año pasado: no solo vamos a asistir a los efectivamente contratados y a los temporales aún cuando no les den el alta, sino también a los temporarios de la temporada anterior como si todos estuvieran trabajando”, precisó Moroni refiriéndose a cómo se medirá la situación de las empresas vinculadas al turismo que recibirán ayuda.
Al salir de la reunión de gabinete económico que presidió Santiago Cafiero y a la que también asistieron Martín Guzmán (Economía), Miguel Pesce (Banco Central), Matías Kulfas (Producción), Cecilia Todesca y Mercedes Marcó del Pont (AFIP), Moroni precisó que en el último llamado para el REPRO se inscribieron 870.000 trabajadores en relación de dependencia y 144.000 independientes que, de ser aprobados, recibirán la asistencia entre el 9 y 10 de junio próximos. “Hemos flexibilizado los requisitos muchísimo. Hay que tener una pérdida de facturación del 20% del mismo mes que en 2019, pero no respecto de todo el mes, son 3 semanas de este mes contra 4 del de 2019″, señaló el ministro de Trabajo. Pero no volvió a decir nada del IFE.
Quien sí se refirió a este programa fue el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo quien también participó de la reunión de gabinete económico, y aseguró que el Gobierno "evalúa permanentemente la situación de las 9 millones de personas" que recibieron el IFE durante el 2020”.
Arroyo reconoció que, sobre ese total de 9 millones “hay 3 millones con muchas dificultades", porque se quedaron sin empleo o tienen menos trabajo que antes de la llegada de coronavirus”. Y subrayó que existe una buena parte de la población que “está realmente con dificultades para recuperar parte de la actividad económica que tenían".
Resulta difícil imaginar porqué el Gobierno decidió no volver a implantar el IFE, máximo cuando los números de este año traen algo de respiro, al menos cuando se los compara con la sequía que hubo en 2020 cuando no ingresaba ni un peso a las arcas del fisco y sólo se podía imprimir billetes, con todo lo que eso implica.
En mayo la recaudación llegó a los $ 862.480 millones. Es decir, que aumentó un 72,7% si se la compara con mayo del 2020, un mes en el que la economía argentina estuvo totalmente paralizada. Y si bien es cierto que el aumento de mayo pasado no fue tan significativo como el de abril, alcanza para mantener una tendencia alcista de la recaudación. En lo que va del año, la recaudación llega a $ 3.933.675 millones, un salto del 68%. Lo que está claro es que en 2021 hay más recursos que en 2020. Habrá que ver qué elige el Gobierno hacer con ellos.