Patricios - Pompeya
La imagen del independentista fue víctima del historiador Mariano Pelliza y del dibujante Henri Stein, quienes inventaron un retrato del prócer tucumano, por lo que piden que su rostro sea restaurado.
Seguramente pocos habrán reparado en el detalle que presentaremos a continuación pero un hombre preocupado por nuestra historia y nuestro arte sí lo hizo. Incluso muchos vecinos de Parque Patricios que suelen transitar la zona jamás se habrán detenido a mirar el monumento que se encuentra en un punto clave de la ciudad como es la intersección de la hipertransitada avenida Caseros, con Monteagudo y Rioja. Justamente, allí, en la Plazoleta Pringles (situada al lado del parque) se encuentra el monumento a Bernardo José de Monteagudo. El mismo es obra del alemán Gustavo Eberlein y data de 1917.
La cuestión es que el Director del Museo Itinerante de Arte Contemporáneo del Mercosur, Jorge Omar Volpe Stessens, presentó un proyecto de reivindicación histórica a través de su fundación cultural a la Dirección Nacional de Pluralismo e Interculturalidad, que funciona en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA) en la Ciudad de Buenos Aires.
¿Cuál es el reclamo realizado? Que el rostro de Monteagudo que está en el monumento es falso. El propio Volpe Stessens explicó: “Fue durante el Día Nacional de los afroargentinos y la cultura afro que presentamos ante el Senado de la Nación la exposición titulada ‘Afroargentinos, aportes para la profundización de la reparación histórica’, en el que hicimos público el verdadero rostro de uno de los próceres afroargentinos más importante de nuestra historia, Bernardo Monteagudo”.
“El fue víctima del historiador Mariano Pelliza y del dibujante Henri Stein, quienes inventaron en 1880, un retrato del prócer tucumano. El rostro fue difundido en libros, revistas y en el monumento dedicado al prócer afroargentino instalado en 1925 en la Plazoleta Pringles, Rioja y Caseros, Parque Patricios. Días después presentamos en la nueva sede de la Casa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cita a metros del monumento, en el marco del sexto aniversario del Distrito Tecnológico, una simpática postal donde presentamos a las autoridades municipales, empresarios y vecinos, el verdadero rostro de Monteagudo. También esa imagen fue repartida entre funcionarios y organizaciones afro”, resaltó.
El museólogo además agregó que “en ese marco de reivindicación histórica, el escultor Antonio Oriana, autor entre otras obras como el monumento a Quinquela Martín en el barrio de La Boca y de la escultura de Jorge Luis Borges en la Biblioteca Nacional, en su carácter de vecino, ya que vive a dos cuadras de la Plazoleta Pringles, se interesó en mi propuesta de hacer un bajo relieve con el rostro verdadero de Monteagudo que luego presentamos. Nuestro pedido es instalar el bajo relieve con el rostro verdadero a un costado del monumento del escultor alemán Gustavo Everlein, sobre una pequeña base con un texto con su aclaración histórica”.
Fundamentos
¿Cuáles son los fundamentos que dieron? Contó Volpe Stessens que “según la nota ‘Rostros del viejo Tucumán’, de Carlos Páez de la Torre (hijo) y Sebastián Russo, publicado por el diario La Gaceta en el año 2014, la historia cuenta que el general Gerónimo Espejo, veterano del Ejército de los Andes, aseguró que Monteagudo era parecido al doctor Bernardo Vera y Pintado (1780-1827), jurisconsulto y literato argentino de larga actuación en Chile. En su libro ‘Monteagudo, el pasionario de la libertad’ (1943), un historiador tucumano, el doctor Estratón Lizondo (1914-1998), narra la siguiente historia: “En esos años no se contaba con un retrato de época de Monteagudo, entonces se recurrió al retrato de Vera y Pintado, obra de Desmadryl y publicado en 1854 en la ‘Galería nacional o colección de biografías y retratos de hombres célebres de Chile”.
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