La Justicia actuó rápido y le dictó a Manuel A., de 17 años, la prisión preventiva por sesenta días, después de haberse entregado tras agredir brutalmente a Arturo López en una playa de estacionamiento del Centro porteño y de permanecer cinco meses prófugo, presuntamente en Uruguay.
La carátula de la causa pasó de "lesiones graves" a "tentativa de homicidio", por lo que el fiscal Mauro Tereszko le solicitó a la doctora Carla Cavaliere, titular del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas Número 3, que le dicte la prisión preventiva al menor, que dentro de poco cumplirá los 18 años.
"En la madrugada de hoy, la doctora Cavaliere, tras un pedido de la Fiscalía, dictó la prisión preventiva respecto del menor. Continúa su detención por al menos sesenta días que es el tiempo que la legislación de la Ciudad de Buenos Aires estipula para la detención preventiva de menores como máximo", confirmó el fiscal Tereszko por la señal de A24.
De esta manera, el menor, que se negó a declarar, seguirá detenido en el Instituto Inchausti, mientras Arturo López sigue recuperándose del feroz golpe en su rostro que recibió en noviembre pasado.
El hecho ocurrió el pasado 19 de noviembre, en un estacionamiento ubicado en la calle Moreno al 800, en el barrio de Monserrat, cuando al argumentar que había encontrado rayado su auto, el joven arremetió contra el playero y lo golpeó salvajemente en el rostro. Con el impacto, el hombre cayó y golpeó su cabeza con el piso y quedó desvanecido.
Fue trasladado rápidamente a un centro asistencial y se sigue recuperando.
El agresor al ver al hombre tendido en el suelo, se dio a la fuga rápidamente.
"Mi viejo no va a volver a ser nunca el que fue. Estoy agradecida a la vida porque sigue vivo y lo tengo acá, pero no volverá a ser el mismo", señaló una de las hijas del damnificado.
El menor, según los relatos de su padre, estuvo prófugo en Uruguay durante cinco meses y ayer se entregó a la Justicia, a pocos días de cumplir 18 años, seguramente una estrategia para sentirse respaldado por la Ley Penal Juvenil.
A partir de esto, se volvió a abrir un debate entre las fuerzas de seguridad y la Justicia sobre la reforma para la Ley Penal Juvenil, para que los menores sean sancionados debidamente y que no se beneficien por tener menos de 18 años.
"Terminar con la puerta giratoria para los delincuentes menores de edad requiere una reforma urgente del Régimen Penal Juvenil y, sobre todo, una discusión honesta y sin imposturas sobre qué herramientas necesita la Justicia para pelear contra la violencia y la inseguridad", afirmó el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D'Alessandro.
En la Ciudad de Buenos Aires, según el Mapa del Delito que se confecciona cada año, los menores entre 16 y 17 años presentan la mayor proporción en las detenciones por cometer ilícitos.