El letrado reprodujo el relato que su cliente le transmitió al juez de instrucción Javier Ríos. Allí da cuenta de que el portero le pidió ayuda para transportar unas bolsas de residuos al predio del Ceamse de Colegiales, y que contenían nada menos que el cuerpo de la víctima.
"Todo el relato no sólo no tiene fisuras sino que está circunstanciado en tiempo y espacio. Declaró seis horas ante el fiscal. Yo soy el abogado de la familia. (El taxista) Me dice 'tengo algo para contar, pero tengo miedo, porque mi patrón me pide que espere, que hable con un abogado'. Me hizo la consulta hace 48 horas", contó.
• "Este muchacho es de contextura pequeña, además tenía problemas de cintura, y cuando Mangeri le dijo '¿me das una mano', él no pudo y llevó la bolsa más liviana al baúl del auto, previo una pequeña discusión con Mangeri, porque (el taxista) le preguntaba si podía llegar a ensuciar, a lo cual Mangeri decía 'esto no ensucia, esto no ensucia'. Esto ya está en la causa".
• "Una vez en el auto, van al playón de Ceamse de Colegiales. Entrando al galpón, abre el baúl, con descontento de algunas personas del Ceamse que no encontraban razones para que haya un taxi en esa zona. Le piden los datos al taxista, Mangeri interrumpe y pregunta '¿esto es necesario'. Bajaron las bolsas y Mangeri acompañó hasta el depósito".
• "Mangeri le dijo (al taxista) que llevaba un perro. Cuando suben (la bolsa) al baúl, ayudan dos transeúntes que circunstancialmente pasaban por el lugar. Pero cuando la bajan, que el esfuerzo lo hace Mangeri, la bolsa tenía un movimiento. Este movimiento cesó por obra de Mangeri, agarrando una especie de maza que usan para achatar la basura. Pidió algo para tratar de calmar al perro que había adentro".
• "El taxista comenta que cuando Mangeri agarra este objeto contundente, intenta darle golpes dentro del auto (en la parte del baúl), a lo cual el testigo dice 'me vas a romper el auto'".
Fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que el hombre relató que el lunes 10 de junio, cerca de las 14.30, un hombre le hizo señas para detenerse en la esquina de Ravignani al 2300 y le pidió un viaje.
El hombre le dijo que tenía que cargar dos bolsas para llevar hasta el Ceamse, en Colegiales, una más pesada que la otra. Si bien explicó que él no quería hacer el viaje, el pasajero le ofreció poner un plástico en el baúl para no ensuciarlo, y finalmente accedió.
Según este testimonio, Mangeri le tuvo que pedir ayuda a unos chicos que pasaban por el lugar para cargar las bolsas y, luego, le pidió al taxista que lo traslade hasta el Ceamse, en Colegiales.
El taxista contó que, al llegar al predio, detuvo la marcha, pero el pasajero lo hizo entrar a pesar de que el acceso está prohibido. En ese momento, salió al cruce un empleado de seguridad, pero el pasajero se bajó y comenzó a conversar con éste, tras lo cual le hicieron poner el auto de culata y abrió el baúl para descargar las bolsas.
En ese momento, según contó el taxista, el contenido de una de esas bolsas se movió y Mangeri le dijo que se trataba de un perro atropellado, tras lo cual les pidió a los empleados del Ceamse algo para golpearlo. "Le trajeron una maza, de mango corto pero de martillo grande. Mangeri lo garroteó", dijo el taxista a los investigadores.
Luego, el pasajero le entregó dinero a quienes lo ayudaron y solicitó al taxista que lo llevara nuevamente hasta la esquina de Ravignani al 2300, dijo el testigo, quien agregó que el baúl de su auto había quedado manchado con sangre, pero que lo había lavado.
El auto Polo fue entregado ayer a los investigadores y perito de la Policía Científica comenzaron a trabajar en busca de rastros.