Franco Rodríguez realizaba su trabajo diario de repartidor en barrio Comercial en Córdoba y se salvó de milagro de no morir producto de un disparo.
El trabajador ingresó en un comercio y vio al delincuente sacando algo de su bolsillo, intentó frenarlo pero le disparó. La bala tenía como destino su cuerpo pero increíblemente pegó en una moneda de dos pesos que el trabajador tenía en su billetera. Esto hizo que no pegara en su arteria femoral, algo que le hubiera resultado altamente mortal.
En ese marco, distintos distribuidores se reunieron para reclamar seguridad ya que es una problemática que ocurre con frecuencia en su rubro.
"Estamos pidiendo seguridad, hoy día no podemos salir a trabajar y si salimos a trabajar no sabemos si volvemos", relató el damnificado en Canal 10 de Córdoba.
Luis Jaime, otro de los repartidores presentes en el reclamo, afirmó que los delincuentes se visten como ellos para despistar, por lo que "es complicado para la Policía pero si hacen un trabajo y estuvieran más en el barrio entonces sabrían como nosotros quiénes son".
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