"Cuando sucedió lo que sucedió, me llamó dos o tres veces, me contó lo que había hecho y preguntó '¿qué hago ahora?'. Le dije que llamara a un médico, a la Policía, y hasta me vine hasta la casa. Te encontrás en una situación en la que no sabés para dónde agarrar", contó el hombre.
En diálogo con el canal América, este líder espiritual de un grupo de autoayuda que al que asistía la asesina, contó que la mujer le dijo: "Golpeé a mi nena y apareció muerta". El llamado fue el domingo o lunes, cuando los padres todavía no habían descartado el cuerpo.
En las reuniones que el pastor comandaba, Lafuente contó que golpeaba a Priscila y que no la quería, "le tiraba piedras, la atacaba...". "Yo le manifesté que viera a un cura, es como que estaba poseída...", agregó.
Y cerró su crudo testimonio: "Ella contaba que la nena era muy agresiva, violenta, y que trataba de contenerla. Ella decía: 'mi grave problema hoy es que no la puedo contener'".
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