El exministro de Justicia y Seguridad porteño Marcelo D'Alessandro admitió este martes al declarar en el juicio por el crimen de Lucas González que la primera información policial que recibió sobre el hecho ocurrido el 17 de noviembre del 2021 en el barrio porteño de Barracas fue que se había tratado de "un enfrentamiento armado con un delincuente abatido", aunque tras el análisis de las evidencias advirtió que existían "graves irregularidades" por parte de los Policías de la Ciudad implicados, a quienes puso a disposición de la Justicia y les inició un sumario.
"El jefe de policía (de la Ciudad) me dice que supuestamente había habido una persecución en la cual, en un enfrentamiento, había sido abatido un delincuente. Lo primero que hago es recabar las pruebas tecnológicas. En función de eso llamo al Jefe de la Policía y le digo que la situación no es como me la había comentado y me dijo 'Sí, estamos esperando a ver qué pasa'. Y le dije, 'No, no esperamos nada'", sostuvo D'Alessandro ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 que juzgan a tres efectivos por el homicidio de Lucas y a otros 11 por el posterior encubrimiento del hecho.
Vestido de traje gris y corbata a tono, el exfuncionario ingresó a las 10.20 a la sala de audiencias, donde expuso durante una hora frente a los jueces Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero.
El padre de Lucas y del resto de los jóvenes que resultaron víctimas del hecho no ingresaron a la sala de audiencias y decidieron escuchar la declaración del exfuncionario porteño en un bar a través de la aplicación Zoom desde un teléfono celular.
D´Alessandro hizo hincapié en la evidencia que surgió del geoposicionamiento de los celulares de los agentes implicados en el hecho y lo que se observó en las imágenes de las cámaras de seguridad del Gobierno de la Ciudad sobre los minutos previos a que los policías de una brigada que tripulaban un Nissan Tiida divisaran el Volkswagen Suran donde viajaban Lucas y sus tres amigos.
"Los ven a los chicos, los pasan y los paran en la bocacalle (sobre la avenida Iriarte y Luna), y cuando arrancan los chicos, (los policías) arrancan atrás. Eso se ve en las cámaras", relató sobre lo acontecido.
El exministro reiteró en varias oportunidades que desde un primer momento se puso a disposición de la Justicia, ya que las imágenes "mostraban irregularidades graves ante un hecho gravísimo" y en el accionar policial "no se cumplió con la ley".
"No se cumplió con la identificación, con el balizamiento que necesita tener una brigada al momento de actuar. No había una situación de peligro que amerite una maniobra como la que se desarrolló", expresó.
D'Alessandro destacó que los policías no cumplieron con el protocolo establecido por la Policía de la Ciudad: "No se identifican, no tenían los chalecos puestos, no estaba el auto balizado, no se moduló para identificarlos (a los adolescentes)".
Por último, recordó que también le informaron sobre el hallazgo de "algo similar a un arma de fuego", pero que según luego se enteró "terminó siendo una réplica".
A la salida de los tribunales, y luego de dialogar con la prensa, D'Alessandro se cruzó con Héctor Peca González, papá de Lucas, y con los padres de Joaquín Zuñiga y Julián Salas , dos de los amigos de Lucas que fueron víctimas de torturas policiales en ese mismo hecho, al igual que Nivem Huanca.
"Le dimos las gracias porque siempre dijo la verdad y reconoció el mal accionar de los policías cuando vio los videos", dijo Zuñiga.
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