Los ancianos siguen siendo asaltados en forma cruel en las calles o durante entraderas en sus viviendas, en la Ciudad de Buenos Aires y Conurbano. Se suman los ataques cometidos mediante engaños.
Las estadísticas de delitos sufridos por los jubilados -y ancianos en general- de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano revelan que en lo que va del año se registraron 4.200 expedientes penales con casos de extrema violencia.
Los datos surgen de un nuevo informe sobre Delitos, Inseguridad y Violencia, desarrollado por la Consultora Javier Miglino y Asociados con la asistencia de la ONG Defendamos Buenos Aires y que toma como punto de partida las causas penales que instruye la justicia Nacional de Instrucción de la Nación más los casos de los juzgados penales de Lomas de Zamora, Quilmes, San Isidro, San Martín, Morón, Moreno, La Matanza y La Plata, más causas penales que jamás se conforman por el temor de las víctimas.
Quedó acreditado que la maldita inseguridad sigue siendo el peor de los flagelos que padecen en Buenos Aires, los ancianos. Han ocurrido 55 homicidios y al menos 4.200 delitos, entre robos, estafas, usurpaciones de viviendas y homicidios en 2025.
“La República Argentina no sale de su asombro luego de ver una filmación del robo a una anciana en Esteban Echeverría, Provincia de Buenos Aires. Dos gitanos, un hombre y una mujer, encararon en la calle a una señora jubilada y la criminal... le mintió que estaba embarazada y le pidió pasar al baño. Apenas traspuso la puerta, la gitana intentó matar a la mujer con la toma del ´mata león. La asfixió en al menos dos oportunidades, según una puntual cámara de seguridad colocada dentro de la casa, mientras el hombre recorría la casa, con la vista firme en qué podía robar. La pobre mujer apenas pudo gritar y los vecinos escucharon, con lo que los dos gitanos salieron de la casa, aunque aún no fueron identificados ni detenidos; lo cual pone en peligro de muerte a todos los abuelos de la zona”, dijo Javier Miglino, abogado experto en Criminología y Director de Defendamos Buenos Aires.
“Nunca la vida vuelve a ser igual, luego de un robo violento perpetrado en un hogar. Ni en el caso de un joven ni el caso de un adulto. Pensemos en la catástrofe que significa para una persona de más de 70 años, que tal vez jamás fue robado con violencia en su vida y de pronto se encuentra con criminales que no sólo ingresan con violencia y le roban sino que intentan matarlo. Basta con recorrer las guardias de los hospitales Fernández, Pirovano, Penna o Santojanni en la Capital Federal o Gandulfo (Lomas de Zamora), Paroissien (La Matanza), Ramón Carrillo (Ciudadela) o Evita (Lanús). Los abuelos llegan golpeados, los atienden, quedan internados un par de días y al poco tiempo, los médicos que los curaron, se enteran de que murieron o de que se suicidaron. Ese tipo de testimonio cruel y devastador, es el que tiene de primera mano Defendamos Buenos Aires cuando visita los nosocomios. Los abuelos están completamente solos y desamparados y es imposible evitar desenlaces fatales luego de tanta violencia”, dijo Miglino.
“Días atrás en La Plata un matrimonio de jubilados fue blanco de un salvaje robo en su vivienda, y uno de ellos terminó gravemente herido. De acuerdo a lo informado por voceros policiales a Defendamos Buenos Aires, todo ocurrió en una vivienda ubicada en 302 y 48, a pocos metros de la Ruta 215. En ese domicilio al menos tres delincuentes irrumpieron de madrugada y mediante amenazas de muerte, despertaron a los propietarios con el fin de exigirles dinero. El dueño de casa intentó defender a su mujer y empezó a forcejear cuerpo a cuerpo con los criminales que terminaron baleando al jubilado. Tras los dos disparos a quemarropa, los ladrones decidieron darse a la fuga. El jubilado fue operado y nunca pudo restablecerse”, dijo Miglino.
Otro jubilado de 84 años sufrió un violento robo en su casa de San Lorenzo al 600, en Villa Domínico. Los delincuentes que ingresaron en el domicilio le pegaron e intentaron ahorcarlo, según relató la propia víctima. “Me golpearon cuando estaba en la cama, me apretaron hasta que me faltó el aire. Me volaron el diente, después me ataron las manos y los pies y me dijeron dame los dólares y el oro. Por lo menos me dieron un poco de agua porque me estaba descomponiendo”, señaló el jubilado, identificado como Víctor a Defendamos Buenos Aires.
“La banda conformada por al menos cinco criminales nos da una muestra cabal de la agresividad, el poder y la impunidad de los delincuentes que componen una verdadera fuerza para atacar a un hombre de 84 años”, dijo Miglino.
“Días atrás, una jubilada de 90 años fue asesinada en su casa en El Palomar y el cuerpo fue hallado por su hija, quien al arribar hasta el domicilio encontró la puerta forzada y a su madre maniatada en la cama. El desgarrador caso sucedió en la madrugada de este viernes en un domicilio ubicado en el cruce de las calles Escalada y Lambaré, localidad bonaerense de El Palomar. La víctima se llamaba Beatriz Noemí Vaccarezza. En apariencia le robaron 40 mil pesos que tenía de la jubilación. Ese magro botín es suficiente para que estas verdaderas bestias que están matando jubilados en Capital Federal y Provincia de Buenos Aires, acaben asesinando a una persona mayor”, dijo Miglino.
“Hace meses que venimos advirtiendo que en Capital Federal (30.000) y Provincia de Buenos Aires (100.000), hay un verdadero ejército criminal de 130 mil integrantes. Siguen robando y matando con impunidad en la Capital Federal y el Conurbano”, concluyó Miglino.