Una joven, de 22 años, que estuvo diez meses detenida por el crimen de su pareja al reaccionar ante otro episodio de violencia que estaba padeciendo, pudo retornar a la casa de su familia y cuidar de su beba, al dictarse su prisión domiciliaria, mientras su abogada y un grupo de organizaciones sociales que han venido reclamando por su libertad señalaron que se pretende lograr la absolución, al afirmar que se trató de un caso de “legítima defensa” frente a las agresiones que sufría de parte del padre de su hija.
En marzo de 2017, en la humilde vivienda que compartían en la localidad de Campo Tongui del partido de Lomas de Zamora, Morelia Colque Carlos hacia poco tiempo que había dado a luz a su beba y tal como había ocurrido en varias oportunidades, inclusive, estando embarazada empezó a ser golpeada por Brayan Daniel Huanca (24), su pareja. Cansada de las agresiones, cuando él estaba intentando ahorcarla, ella logró tomar un cuchillo y le provocó una herida que resultó mortal. A pesar de tratarse de una clara defensa frente a una agresión, la chica quedó inmediatamente detenida y acusada por el “homicidio”, siendo alojada en distintas dependencias policiales, mientras se clamaba por su liberación ante el cúmulo de pruebas que daban cuenta sobre que había tenido una reacción ante la violencia sistemática que padecía.
“Morelia era víctima de violencia en su casa y luego pasó a ser parte de la violencia institucional, aplicada por un Estado que mira para otra parte frente a estas situaciones. Pudo salvar su vida y sin embargo, quedó acusada de “homicidio agravado por el vínculo”, recibiendo desde ese momento un trato discriminatorio, tanto por su condición de mujer, como por su nacionalidad boliviana. Estuvo casi un año encerrada en comisarías de Lomas de Zamora y Avellaneda, casi sin poder ver a su niña”, se denunció.
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Tras una larga lucha, la joven logró ser excarcelada y desde el pasado miércoles está junto a sus padres en una vivienda de Carlos Spegazzini, al cuidado de su hija y bajo el régimen de arresto domiciliario, a la espera de un futuro juicio oral y público en el que se pueda demostrar que actuó en legítima defensa. Ernesto Flores, el abogado que la representa, apunta a que durante el resto del proceso se logre modificar la carátula, para que se contemple que, en realidad, “ella es la víctima de violencia y que su acción fue en respuesta a la agresión violenta”.
Si bien este caso que tuvo como involuntaria protagonista a esta joven boliviana se inscribe en una serie de hechos, donde las mujeres que se defienden de un ataque terminan siendo acusadas de asesinas, el de Morelia se convirtió en uno de los tantos que comenzó a ser visibilizado por agrupaciones feministas y organizaciones sociales, quienes se organizaron para exigir su libertad y posterior absolución. Entonces, hubo movilizaciones y reclamos ante los Tribunales de Lomas de Zamora, aunque la fiscal Fabiola Juanatey de la Unidad Funcional de Instrucción Nro. 2 Temática de Violencia de Género, no modificó la calificación del expediente, en el que se encuentra imputada por “homicidio simple, agravado por el vínculo”. No obstante, tanto la fiscal Juanatey, como el titular del Juzgado de Garantías Nro. 1, Jorge Walter López, prestaron su consentimiento a que la chica acceda al beneficio del arresto domiciliario, que se demoró más de la cuenta por cuestiones de burocracia administrativa. “No le conseguían la pulsera electrónica, figuraba muy atrás en un listado para que se la dieran y eso demoró que pudiera estar en su casa, junto a su familia y su pequeña hija”, manifestaron desde el Espacio de Mujeres y Disidencias del Frente Popular Darío Santillán, una de las organizaciones que encabezó la demanda por la liberación de Morelia.
“Este es el primer paso, pero seguiremos insistiendo en su absolución. Nada va a reparar lo padecido en estos diez meses de injusta detención, donde tanto ella, como sus familiares que la visitaron para que no perdiera el contacto con su beba, sufrieron malos tratos por parte de los policías de las comisarías 1era. y 10ma. de Lomas de Zamora y 2da. de Avellaneda en las que estuvo alojada. Sin dudas, hubo un ensañamiento contra Morelia, pese a que todos los testimonios reunidos en la causa eran claros sobre que se trató de un acto de legítima defensa cuando su pareja intentó ahorcarla y matarla”, agregaron.
Morelia Colque Carlos nació en Bolivia y llegó a nuestro país a los 11 años, para radicarse con sus padres y hermanos en la zona de Tristán Suárez. A principios de 2017 conoció a Brayan Daniel Huanca, con el que estableció una relación sentimental y quedó embarazada, hasta que en enero de 2018 nació la hija de la pareja. La joven sufría violencia física y psicológica, era abusada sexualmente por integrantes de la familia de su novio, hasta que no aguantó más y decidió separarse. El 27 de marzo de 2018, la chica estaba con su bebé en su casa del barrio Campo Tonghi cuando su ex pareja irrumpiño por la fuerza, la empujó, la golpeó y comenzó asfixiarla, tomándola del cuello. En su intento de defensa, logró tomar un cuchillo y apuñalarlo, hiriendólo de gravedad, mientras ellas se desmayó por la situación atravesada.