Damián Bustamante viene peleando por justicia desde agosto de 2013 cuando denunció a dos docentes de un jardín de infantes de San Antonio de Padua. Afirma que la causa está paralizada en los tribunales de Morón.

Damián Bustamante se cansó del silencio. Pero también se hartó de la inacción de la Justicia. Es que en agosto de 2013 su pequeña hija le contó a él y a su madre que la maestra de jardín de infantes la sometía a diversas aberraciones sexuales, bajo el genérico denominado "El juego de la pochola y la cola".

Todo dentro de la institución educativa, con presunta ayuda de un profesor de música, en la localidad de San Antonio de Padua. Tras presentar la denuncia, la niña fue sometida a decenas de estudios, análisis y pericias, que confirman su relato. Sin embargo, la causa está completamente paralizada en los tribunales de Morón.

"Desde que presentamos la denuncia, en la Justicia nos pidieron que esto no trascendiera, que nos callemos y confiemos. En diciembre pasado, mi hija contó todo en Cámara Gesell. De la pericia salieron la fiscal y el juez de la causa conmovidos con el relato. Nos dijeron que nuestra hija era muy valiente y dijeron que pedirían la detención de la docente abusadora. Pero no pasa nada desde entonces, y el expediente se muere. Por eso decidimos contar todo esto, y organizamos una marcha", dijo Bustamante a Diario Popular.

El drama para la niña no tiene un punto definido de comienzo, pero se sabe que logró contarlo en agosto de 2013.

"Se lo dijo primero a su hermanita mayor. Le habló del juego de la pochola y la cola. La nena, a medida que va creciendo, va logrando poner en palabras este horror. En concreto, la docente le hacía bajar la bombacha para, según la descripción de mi hija, introducirle los dedos en el agujero y que ella le dé besos en la cola a la maestra", explicó el padre de la niña.

"Hicimos la denuncia en absoluto silencio. Primero para evitar la exposición de nuestra hija, pero principalmente porque la fiscal nos lo pidió enfáticamente. Argumentó que se podía entorpecer la causa. Entonces, la nena pasó todos los procesos que la justicia requirió, con pericias, revisión de medios forenses, todas cuestiones muy traumáticas para la nena", dijo el hombre.

En el marco de la causa, instruida por la Unidad Fiscal de Instrucción 4 de Morón, a cargo de la fiscal Valeria Courtade, la pericia con Cámara Gesell se realizó con una demora de 15 meses, en diciembre pasado.

"Siempre nos decían que no podían hacer mucho sin antes realizar la Cámara Gesell, para que la nena ratifique todo. Recién se consiguió turno en diciembre. Y se hizo. La fiscal y el juez Meade salieron conmovidos. Courtade nos dijo que el relato de la nena era contundente y pediría la indagatoria con detención de la docente. Pero todo se paralizó desde ese momento", manifestó Bustamante.

"Desde el día cero, de manera ininterrumpida, a la nena todo esto la mantiene revictimizada. Le cambió la vida completamente, pasó de ser una nenita de 4 años, normal, a estar sometida a una constante revictimización. Aún cuando quieras hacer que su vida sea otra, todo el tiempo está obligada a recordar eso", indicó el padre de la niña.




Una segunda víctima

Bustamante expresó que en la causa penal hay una segunda víctima, compañera de su hija. "Las dos contaron exactamente lo mismo. Esta nena, al comienzo, dijo que mi hija no tenía que haber contado nada. Esto es porque estaban amenazadas. Sabemos que en el horror estaba presente un docente de música. Las nenas cuentan que con el pito les pintaban la cara con plasticola blanca. El juez Meade, cuando salió de la Cámara Gesell, nos dijo que teníamos una hija valiente, extraordinaria, y que la iban a cuidar para que hiciera una vida normal. No hizo nada", dijo el padre.

Finalmente, Bustamante contó que "los responsables de esta monstruosidad, ni siquiera fueron indagados, y mucho menos imputados", precisando que "la justicia no escucha a mi hija, a la otra niña tampoco, y esta gente está sospechada de integrar una peligrosa banda de pedófilos, sin embargo no se toman medidas".

Hoy habrá una marcha hasta el Jardín 901

"Ya estamos cansados de tanta impunidad. Por eso vamos a realizar una marcha exigiendo justicia por los chicos. La justicia tiene que escuchar lo que dicen", dijo Damián Bustamante, padre de la nena. Durante la jornada de hoy, a partir de las 16 horas, se realizará una marcha desde la iglesia principal de San Antonio de Padua, ubicada en Centenario al 1300, hasta el Jardín de Infantes 901, sito en Pueyrredón y Alberti.

"Estamos pidiendo justicia, por nuestras hijas que pudieron contar el horror al que fueron sometidas, pero también por otros chiquitos que están amenazados, en medio de una atroz impunidad".




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